A partir de 2008, Wall Street se encontró con los estímulos monetarios más grandes de la historia, llamados Quantitative Easing o QE.
Con estos programas la Fed creó una droga. Droga que simulaba una recuperación en la economía y que fue aceptada por el mercado.
Durante esta semana se esperaba un freno en el programa QE3, sin embargo la Fed anunció que lo que hará es…
“ Seguir de cerca la información recibida sobre la evolución económica y financiera en los próximos meses y continuar las compras de bonos del Tesoro y de valores respaldados por hipotecas, y emplear otras herramientas de política, según proceda, hasta que las perspectivas para el mercado laboral hayan mejorado sustancialmente en un contexto de la estabilidad de precios”.
Dicho esto, la Fed continuará inyectando USD 85 billones por mes, USD 40 billones en deudas hipotecarias y USD 45 billones en bonos de largo plazo.
Veamos como se incrementa su balance:
Si la Fed fuese un país su PBI rankearía como la cuarta economía más grande del mundo.
Su tamaño hoy llega a ser un 25% del PBI de EE.UU.
¿Cuál es el riesgo?
Hoy parece que ninguno, pero tarde o temprano la Fed deberá darle fin al estímulo más grande de la historia.
Bernanke y su gente están aterrorizados de hacerlo y es por eso que dejaron el problema para el futuro.