Tras dos años desastrosos, Boeing (NYSE:BA) está recuperando lentamente el terreno perdido. Las acciones de este gigante de la aviación golpeado por la crisis casi se han triplicado desde el desplome provocado por la pandemia en marzo del año pasado.
El repunte gradual de Boeing se produce junto con un repunte general de acciones cíclicas, incluidas las de las aerolíneas, operadores de cruceros y minoristas, pues los inversores reparten su efectivo en áreas estrechamente vinculadas con la reactivación económica, a medida que se levantan las restricciones del coronavirus.
Sus acciones cerraron el miércoles en 249,05 dólares, lo que supone una subida del 18% este año. Boeing todavía sigue muy por debajo de sus máximos de marzo de 2019, cuando superó los 444 dólares antes de la crisis del 737 MAX.
A medida que continúa la recuperación en el ámbito de los viajes aéreos a un ritmo acelerado, los inversores van sintiéndose más cómodos manteniendo al fabricante de aviones con sede en Chicago en sus carteras. La mayor señal de compra proviene del tráfico aéreo.
Durante el puente del Día de los Caídos, los aeropuertos estadounidenses, desde Los Ángeles hasta Houston y Atlanta, alcanzaron niveles de pasajeros no vistos desde principios de marzo de 2020. El número de pasajeros que pasaron por los puestos de control de los aeropuertos en todo el país el 28 de mayo ascendió a 2 millones por primera vez desde las semanas antes de que los vuelos fueran confinados en tierra el año pasado, según datos de la Administración de Seguridad en el Transporte.
Boeing había pronosticado previamente un regreso del tráfico de pasajeros a los niveles previos a la pandemia para 2023 o 2024, pero el director ejecutivo David Calhoun dijo la semana pasada que la recuperación había sido "más robusta de lo que jamás imaginé".
La masiva quema de efectivo de Boeing
Ante este optimismo, sin embargo, los inversores no deben pasar por alto el hecho de que a la compañía le queda un largo camino por delante hacia la recuperación tras recibir un gran golpe financiero a causa de los problemas con sus aviones defectuosos y la pandemia. Boeing ha quemado unos 30.000 millones de dólares en efectivo desde que los reguladores confinaran en tierra el MAX 737, su avión más vendido, en marzo de 2019, tras dos accidentes en los que perdieron la vida 346 personas.
El efectivo consumido es aproximadamente el doble de lo que costaría construir un avión comercial totalmente nuevo desde cero, según estimaciones de Bloomberg. Los ejecutivos esperan que el rendimiento del efectivo mejore en el transcurso del año, pero no hablan de equilibrio hasta 2022.
A pesar de este sombrío panorama financiero, algunos analistas creen que Boeing saldrá finalmente de esta crisis, y que ahora es buen momento para que los inversores piensen en sus acciones a largo plazo.
El analista de Cowen, Cai von Rumohr, si bien actualizó la calificación de Boeing por encima del rendimiento del mercado, dijo en una nota a los clientes la semana pasada que la recuperación en la demanda de viajes proporciona un margen de subida para el gigante aeroespacial.
"La rápida mejora del tráfico aéreo está reforzando la demanda de aeronaves; y si bien la persistente supervisión de la FAA y el momento de la aprobación del MAX de China limitan una subida en 2021, el panorama en 2022-24 parece más halagüeño".
Cowen elevó su precio objetivo para Boeing de 240 dólares a 290 dólares por acción, lo que representa un alza del 16% por encima de donde cerraran las acciones el miércoles.
Durante el primer trimestre, Boeing registró 76 cancelaciones de pedidos, muy por delante de su rival europeo Airbus Group (PA:AIR), que tuvo 61 cancelaciones más que pedidos. El recuento de Boeing incluyó un acuerdo de alto perfil para la venta de 100 aviones 737 MAX a Southwest Airlines, lo que ha ayudado a restaurar la confianza en el problemático avión.
A pesar de esta actividad alcista de las acciones de BA, la comunidad de analistas en general no cree que haya mucho más margen de subida a partir de aquí, dado que la industria de las aerolíneas sigue enfrentándose a muchos desafíos para recuperarse por completo de la caída de los viajes a escala mundial. De los 14 analistas que cubren las acciones, seis siguen asignando una calificación de retención y un objetivo de precio a 12 meses de alrededor de 275 dólares por acción.
En conclusión
Las acciones de BA están ganando fuerza a medida que la economía se reactiva y las aerolíneas intentar incorporar más aviones a sus flotas. Dada la importancia estratégica de la compañía para la economía y el sector de defensa, sus acciones siguen siendo una buena apuesta a largo plazo, incluso tras la recuperación gradual del año pasado.