¿Podría el gigante del vídeo en streaming Netflix (NASDAQ:NFLX) ir camino de una caída? No es inusual que las empresas tecnológicas de altos vuelos pierdan fuelle y dejen de mostrar el nivel de crecimiento que los mercados han dado por hecho, a menudo dando como resultado una corrección desagradable y no deseada.
Los gráficos de precio de Facebook (NASDAQ:FB) y Apple (NASDAQ:AAPL) de 2018 son buen ejemplo de esto: ambas empresas bajaron un 30-50% desde que registraran máximos históricos a mitad de año de los últimos 12 meses. Los factores que zarandearon a estos gigantes de la tecnología fueron diferentes, pero las pérdidas fueron rápidas y enormes en ambos casos.
El informe de resultados del cuarto trimestre de 2018 de Netflix publicado a mediados de enero indica que podría ser el siguiente en decepcionar.
A los inversores les encantan las acciones de Netflix por una razón principal: la empresa sigue mostrando un crecimiento impresionante de suscriptores, la cifra en la que se centran la mayoría de los analistas. Las acciones de Netflix han subido un 477% en los últimos cinco años, un reflejo de la explosiva demanda de su servicio barato y fácil de usar que ahora cuenta con 139 millones de suscriptores en todo el mundo.
Ralentización del crecimiento de Estados Unidos; quema de efectivo
En el último trimestre del año pasado, Netflix añadió casi 9 millones de suscriptores de pago nuevos y espera sumar otros 8,9 millones de suscriptores en el primer trimestre de este año. Pero más allá de estas previsiones, acecha el peligro: el crecimiento se está estancando en el ámbito del mercado del gigante del entretenimiento, del que viene la mayor parte de sus ingresos.
El gigante de internet espera añadir 1,6 millones de nuevos clientes de pago en Estados Unidos en el 1T, frente a los 2,3 millones que sumó en el mismo período hace un año. Los inversores están dispuestos a ignorar esa ralentización del crecimiento pues Netflix registra crecimiento en general y sigue siendo una marca fuerte a nivel mundial.
Pero en los mercados, lo que se percibe es la realidad y no cuesta mucho cambiar esa percepción. La última medida de la empresa de subir la cuota mensual a sus más de 60 millones de clientes estadounidenses entre 1 y 2 dólares al mes también indica que Netflix no está apostando fuerte en el ámbito interno y planea sacar más dinero de la base ya existente.
Otra posible bandera roja es que Netflix está llevando a cabo un arriesgado modelo de crecimiento basado en préstamos de los mercados de crédito para financiar la nueva programación, así como su presupuesto de marketing. Cuando presentó sus resultados del 4T, Netflix reveló que espera invertir unos 3.000 millones de dólares más de lo que ingresa en 2019. Esto supondría el sexto año consecutivo de quema de efectivo de la empresa.
Hasta ahora, el crecimiento de Netflix alimentado por la deuda ha dado sus frutos. La empresa produce serie y películas originales muy aclamadas por el público. Según la CNN, Roma, de Netflix, tiene 10 nominaciones a los Oscar este año y se considerada la favorita para ganar el premio a la mejor película.
Las acciones de Netflix, que cerraron ayer en 356,87 dólares, han repuntado fuertemente tras registrar mínimos en diciembre, disparándose un 54% desde la caída prenavideña de diciembre.
Pero ¿qué pasa si el crecimiento de suscriptores en su mercado más lucrativo sigue ralentizándose y la empresa sigue quemando más efectivo cada año para cubrir el coste de su éxito? A los inversores les va a resultar difícil ignorar semejante combinación, y el precio de las acciones de la empresa reflejará, tarde o temprano, esa realidad.
En conclusión
Destacar estos riesgos no significa que no nos gusten las acciones de Netflix. En nuestra opinión, tiene un historial de gran éxito reformando por completo la industria del entretenimiento de los medios de comunicación.
La empresa probablemente registrará muchos más trimestres explosivos gracias a la fortaleza de sus contenidos, el interés que despierta a escala mundial y su superioridad tecnológica. Sin embargo, los inversores a largo plazo deberían estar listos para correcciones a corto plazo cuando inviertan en acciones de alto crecimiento. Después de Facebook y Apple, Netflix podría ser el siguiente en poner a prueba sus nervios.