- El índice S&P 500 ha repuntado un 11,3% en tasa anual desde el año 1945
- La vuelta a la tendencia en 2015 llevaría al selectivo hasta niveles de 2.500 puntos
- El S&P 500 podría tocar los 3.000 puntos antes de que termine el impulso al alza
Los inversores pueden tener muchos modelos de valoración con los que argumentar que las acciones de Estados Unidos están o no sobrevaloradas.
Si damos un paso atrás sobre economía, valoraciones o política ¿qué podemos saber sobre el índice S&P 500 con la tendencia histórica de las acciones de EE.UU.? Lo que podemos sacar en claro es que el S&P 500 tocará pronto los 2.500 puntos.
Los inversores más astutos saben probablemente que el S&P 500 ha avanzado sin pausa desde la Segunda Guerra Mundial (como se puede ver en el gráfico de más abajo). De hecho, la rentabilidad total anualizada se ha situado en el 11,3%, un volumen bastante grande comparado con cualquier otro.
Pese a haber repuntado un 224% desde el mes de febrero del año 2009, el mercado de acciones de EE.UU. se encuentra aún por debajo de su tendencia de crecimiento de largo plazo, poniendo de relieve el potencial de revalorización que aún le queda.
Si la tendencia continúa, el potencial de revalorización es tan grande que probablemente podríamos ver el S&P 500 tocar los 2.500 puntos, camino de su lucha por rozar los 3.000 puntos antes de que finalice la actual tendencia alcista.
Las caídas de los mercados eclipsan la burbuja de las puntocom
El gráfico que mostramos más abajo señala la divergencia de la tendencia del S&P500 (en términos porcentuales) desde 1945. Este indicador, a día de hoy, se encuentra en el 27% de su línea de crecimiento.
Debido a que el repunte a largo plazo asciende al 11,3%, el índice podría rebotar quizá un 41% más en un año, para volver a la línea de tendencia, lo que representa un potencial de revalorización del 19% de cara a los próximos 10 meses.
Lo que el gráfico nos está mostrando también es que la burbuja de las puntocom no fue un caso normal, es decir, una verdadera burbuja al alza, pero medida de acuerdo a su distancia con respecto a la línea de tendencia de crecimiento.
Los años 1949, 1974, 1982 y 2009 han sido los que mostraron mayores diferencias todavía. Los crashes que preceden a estos períodos fueron ajustaron por la tendencia a largo plazo y fueron aún más fuertes que la burbuja de las puntocom.