Como adelantábamos la semana pasada, cuando nos manejábamos con dos posibles escenarios principales -una opción A, que consistía en que el precio se parara alrededor de los 1,0820-1,0830 (50% del retroceso de Fibonacci), que fue lo que acabó pasando; y una opción B, que finalmente no ocurrió, que radicaba en que el precio siguiera subiendo hasta los 1,0935 (61,8% de todo el retroceso principal)-.
Es importante reseñar, del mismo modo, que la onda 2 del movimiento principal paró en los 1,0828, situando ahí, también, la onda C de la onda 2, dada su confluencia.
Ahora mismo, el precio está en torno a los 1,06, con lo cual se lleva más de dos figuras de caída, y comienza a acercarse al 23,6% del retroceso de Fibonacci, siguiente nivel clave. Lo es por dos razones:
- 1. El precio ahí ha funcionado como soporte durante el periodo desde el 20 de noviembre hasta mediados de diciembre.
- 2. Luego, funcionó como resistencia cuando hacia el camino inverso hacia los máximos, que, como advertimos desde el equipo de Invisible Trade, ha fijado 1,0828.
Este nivel puede ser punto de referencia para que, en ese punto, finalice la onda 1 de nuestra onda 3 principal.
Bien es cierto que la onda 3 suele ser la más potente del conteo de Elliot de entre las favorables a la tendencia principal (1, 3 y 5). Por ello, no es descartable que el precio pueda seguir pasando niveles sin mucha oposición a la baja.
Sin embargo, una opción muy loable sería que, como ya han podido leer, es que llegados a ese 23,6% de Fibonacci el precio iniciara un pequeño retroceso, para pasar a la subonda 3, dentro de la onda 3 principal. Como se puede ver en el conteo de Elliot, esta onda 3, en teoría, debería romper los mínimos que fijó el día 3 de enero, alrededor de los 1,0350, demostrando bastante recorrido.
En el siguiente gráfico, pueden ver analizada la estructura de esta onda 3. El día 7 de febrero se rompió la zona clave que desde Invisible Trade destacamos la pasada semana, en torno a los 1,0710, El precio intentó volver a subir, pero no le fue posible.
¿Por qué era tan importante la ruptura de este nivel para confirmar el inicio de la onda 3? Porque se rompía la directriz desde el mencionado mínimo del 3 de enero, que también confluía con el punto 1,0619, que había marcado hace dos lunes.
Por tanto, una vez que ha caído el precio, nuestro equipo es claramente bajista. La apuesta es por un retroceso que conforme la onda 2, para luego iniciarse la onda 3, que, probablemente, termine en los 1,0350.
Luego, desde ahí, retrocedería un poco y ya sí que apuntaría a la ruptura de mínimos anuales, en torno a los 1,02-1,015. En ese punto finalizaría la onda 3 principal.