El lunes por la mañana, el dólar consolidó las ganancias de la semana pasada, mientras que el petróleo crudo cayó aún más, y las acciones avanzaron al alza. Sobre una base ponderada por el comercio, el dólar subió más de un 1% la semana pasada y revirtieron el momentum negativo en el que se quedó atascado en los últimos meses, debido a un aumento continuo en los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos. De cara a esta semana, hay muchos datos económicos.
El espectáculo comenzará hoy, con el medidor de inflación favorito de la Reserva Federal (Fed), el PCE subyacente. Se espera que el consumo personal general se haya acelerado ligeramente en marzo, con el pronóstico mediano en un 2% interanual en comparación con el 1,8% del mes anterior. La medida base debería registrar un 1,9% frente al 1,6% de febrero. Los ingresos y gastos personales deberían ubicarse en el 0,4% intermensual. Una sorpresa al alza en los primeros sin duda podría desencadenar otro repunte del dólar ya que enviaría una señal positiva sobre las perspectivas económicas de Estados Unidos y, especialmente, el crecimiento y la inflación.
En el mercado de divisas, el dólar australiano y el dólar de Nueva Zelanda tuvieron los peores resultados de esta mañana, ya que los inversores descontaron una medida de ajuste adicional de ambos bancos centrales. El AUD/USD borró las ganancias del viernes y regresó a 0,7550, mientras que el kiwi cayó a 0,7060, una pérdida del 0,35% durante la sesión.
Después de caer un 2,8% la semana pasada, el EUR/USD se recuperó un 0,60% el pasado viernes y operó de forma divergente el lunes. A pesar de que creemos que el Banco Central Europeo (BCE) actuará con precaución en el ajuste de su política monetaria, nos cuesta creer que la moneda única registre una mayor caída. Es cierto que la Fed está mucho más avanzada de su ciclo de ajuste, pero el BCE tiene mucho más en reserva.