El repunte de la cotización de muchas criptodivisas ha llevado el precio de mercado del bitcoin a máximos históricos por encima de los 19.000 dólares por unidad. En este mismo período de tiempo, el creciente interés de muchos inversores ha motivado también la materialización de las primeras discrepancias serias entre los actores que conforman las distintas comunidades.
Más allá de la creación de nuevos proyectos basados en nuevas reglas como ocurre en el bitcoinCash, también se ha empezado a dar forma a muchos casos de uso basados en la tecnología que van más allá de su utilización como meros registros contables, explotando así algunas de sus principales fortalezas: la integridad, inmutabilidad y persistencia de los registros anclados en cada cadena de bloques.
En este sentido, han comenzado a surgir eventos que, con el formato de hackaton, pretenden explorar desde diferentes perspectivas cómo la tecnología blockchain puede solucionar algunos de los problemas actuales de nuestro tejido empresarial. De hecho, en noviembre el edificio de Telefónica (MC:TEF) de la Gran Vía de Madrid acogió uno de estos hackatones. En él, numerosas empresas del sector y expertos en la materia abordaron temas que a día de hoy preocupan al sector, como son aquellos relacionados con la legislación, la financiación de proyectos mediante ICO y los nuevos modelos de negocio basados en blockchain.
Sin embargo, los retos del blockchain son muchos más de los que pueden abordarse en uno solo de estos encuentros, ya que, solo en el corto plazo, éste ha de enfrentarse a problemas relacionados con la madurez de la tecnología y el reciente interés de la sociedad por ésta. Por lo que respecta a la madurez de la tecnología, ésta todavía se haya en un estadio incipiente donde están funcionando los niveles más bajos del stack tecnológico –como, por ejemplo, el propio bitcoin–, pero no de forma eficiente; mientras que las capas superiores están en fase alfa –sirva de ejemplo la lightning network–.
Sin embargo, los recientes aumentos de la cotización del conjunto de criptomonedas están hinchando las expectativas a corto plazo por lo que la sociedad espera ver en breve los Facebook (NASDAQ:FB) y Google (NASDAQ:GOOGL) del blockchain cuando, de momento, es como si tuviésemos el protocolo IP con TCP en alfa y sin que haya todavía un HTTP.
Por otro lado, el interés del resto de la sociedad en el blockchain está atrayendo al sector a ciertos perfiles que solo buscan sacar partido de la fe tecno-optimista de nuestra sociedad. Con tasas de crecimiento del PIB global bajo mínimos en los últimos diez años, los inversores buscan desesperadamente un nuevo sector que pueda crecer y blockchain es una etiqueta que podría no llegar a significar nada si todo el mundo se adscribe a la misma para atraer atención.
Esta situación podría desembocar en una crisis de la industria alrededor del blockchain muy similar a la de las puntocom. Ahora mismo, de forma indiferenciada se están valorando proyectos que no tendrán impacto o que incluso son estafas junto con otros que son los que sobrevivirán a largo plazo. ¿Cómo distinguiremos entre el equivalente a Amazon (NASDAQ:AMZN) y el de Terra? La única forma de hacerlo será examinando qué proyectos tienen el balance adecuado entre tecnología, incentivos económicos y necesidades reales a cubrir; y para ello hace falta que se incremente el capital disponible para proyectostecnológicos y la disponibilidad de profesionales con los conocimientos adecuados. Sin embargo, el hecho de que esta tecnología se encuentre en una fase incipiente complica la identificación de profesionales cualificados.
El hecho de que los primeros sectores interesados en esta tecnología sean empresas procedentes del sector bancario, telecomunicaciones, organismos públicos y despachos de abogados está favoreciendo el surgimiento de nuevas oportunidades educativas de la mano de diferentes universidades que tratan de responder a las necesidades del mercado. Al mismo tiempo, impulsa el desarrollo de los mencionados hackatones, que ayudan a poner en contacto a aquellos actores que ya se encuentran trabajando en la tecnología con aquellos que pueden llegar a necesitarla.
Sin duda, el próximo año será clave para la consolidación de estas iniciativas y el nacimiento de otras nuevas. Es más, 2018 determinará hasta qué punto la apuesta por el blockchain se termina de materializar o, si por el contrario, seguiremos buscando el caso de uso definitivo.
*Artículo basado en las reflexiones del profesor del “Postgrado de Experto en Bitcoin y Blockchain. Tecnologías para el sector financiero” de la Universidad Europea, Sebastián Ortega.