Es una pregunta que recibí. Y aunque pueda parecer contradictorio, esta vez sin dudarlo, rotundamente afirmo que no. Se quedó asombrado de la rotundidad inmediata de mi respuesta, y más, después de saber él que continuamente escribo y le hablo sobre la importancia de persistir y no desistir. De no decaer, de levantarse y después volver a caer, de no perder el ánimo…
Y me sigo reiterando: el ánimo, la actitud, el esfuerzo, la ilusión, junto con unas necesarias dosis de aptitud, de formación y de conocimiento, son más que necesarias de mantener, ejercitar y desarrollar. A la hora de enfrentarte cada día y cada sesión antes los gráficos y ante la vida... pero matizando, cuando estás dentro del mercado, tener esperanza en el trading puede acabar con tu moral, con tu proyecto… y con tu cuenta.
Hay que comprar o vender el activo financiero que estemos operando. En el mercado que sea y desde el bróker en el que confiemos, y con la plataforma que sea, conforme a lo que diga nuestro sistema o nuestra forma de operar.
Esperanza, y nuestro plan de trading
Según las reglas de nuestro plan de trading, entrar sin dudar cuando este nos diga que tenemos que hacerlo, con los contratos que nuestra cuenta y nuestra capacidad nos permitan. Salirse también, sin ninguna duda, para evitar males mayores, cuando la operación no transcurre según lo previsto, cerrarla cuando haya que hacerlo e ir a por la siguiente. No mantenernos absurdamente dentro del mercado (o incluso acumular más contratos) con la vana esperanza de que el mercado nos volverá a dar la razón…
Si estamos, por ejemplo, comprados dentro de un valor de un índice o de una divisa, porque pensamos que el mercado seguirá siendo alcista, pero la tendencia cambia y se vuelve bajista y el precio comienza a bajar y bajar, y toca nuestro stop. Pero no cerramos esa operación, con la inútil esperanza de que, aunque ahora el precio se dé la vuelta. Hay que confiar un poco más, porque luego volverá a girarse de nuevo a nuestro favor, y no solo dejaremos de perder, sino que volverá a nuestro precio de entrada y desde ahí subirá otra vez con ganas. Como somos más listos que nadie, como estamos leyendo en las redes sociales o donde sea que aguantemos. Que todo va a seguir subiendo, o como queremos ver una realidad diferente a la que se está produciendo realmente en los gráficos.
Aferrados a esa dañina esperanza, no solamente no cerramos nuestra operación, sino que movemos el stop hacia un nivel mucho más abajo que el que nuestra cuenta y nuestra salud deberían soportar. Rezamos y nos mantenemos tan esperanzado en que de nuevo la tendencia girará a nuestro favor. Que duplicamos nuestras posiciones. Vamos acumulando posiciones perdedoras (“ya se dará de nuevo el precio la vuelta…”) y en un cúmulo de errores y sin sentidos, pese a que todo está en rojo, esa falsa esperanza nubla nuestra mente y atenaza nuestro ratón. Nos trata de hacer ver que todo se convertirá de nuevo en verde…
La realidad dentro del mercado
Seguimos dentro del mercado… sin stops, en caída libre y apalancados con muchos más contratos de los que nos podemos permitir. La esperanza y los números rojos van convirtiéndose en sensaciones de pánico, vergüenza, dolor, rabia. Además de miedo por los destrozos que estamos haciendo a nuestra cuenta y a la labor y el impecable trabajo que igual estábamos haciendo hasta entonces.
Ten esperanza porque trabajando y haciendo bien las cosas puedes alcanzar tus metas, operar y hacer trading bien, vivir cómo deseas. Ten esperanza en que, si acumulas horas, esfuerzo, dedicación, y ejecutas sin dudar tu plan de trading, acabarás haciéndote mejor persona y mejor trader. Mantén tu esperanza en que el camino es largo y duro, pero la meta es posible y hasta dulce…
Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad de la esperanza. Cree, insiste, no desistas. Pero no porque sí, ni por capricho, ni porque es tu opinión y tu deseo. Hazlo con razones, con esfuerzo, con dedicación, con un plan escrito e interiorizado del que no debes apartarte nunca…
Esa debe ser tu esperanza. Hacer las cosas bien y del modo correcto. Nos guste o no, nos duela o no, ejecutar disciplinadamente, no limitarnos a dejarlo todo en manos de la esperanza o de la Divina Providencia. O de que pronto se publicará una noticia que dará la vuelta favorablemente a nuestra operación. No esperar nada, simplemente, en cada momento, actuar…
Dicen que la esperanza es desear que algo suceda, la fe creer que va a suceder, y la valentía…hacer que suceda. ¡HAZLO YA!
Y tú…, ¿qué opinas?