El viernes tuvimos un cierre positivo en Wall Street, a pesar de los datos de variación del PIB en Estados Unidos de +2,3% vs el +2,6% esperado, comportamiento paradójico que puede deberse a dos posibilidades: o las expectativas se encuentran muy altas, o el mercado está tranquilo, si continúan las señales de debilidad estas darán pie a mayores estímulos monetarios por parte de la FED. Al otro lado del Atlántico, la historia es diferente, tenemos rentabilidades negativas en los índices europeos, tras conocer dos cifras poco alentadoras para España durante el fin de semana. La primera es la rebaja de deuda por parte de S&P, de A a BBB+, mientras que la economía entró definitivamente en recesión técnica, cifra que anuncia el gobierno, ya que el producto interno bruto se contrae un 0,3 en el último trimestre, dígito que confirma el número preliminar presentado por el Banco Central Hispano durante la semana pasada. No obstante, los resultados bursátiles que presenciemos durante esta jornada no deberían alarmar a los inversionistas, debido a que se encuentran sustentados en pocos volúmenes, lo que es sinónimo de tener a pocos actores en el mercado bursátil. Con todo, Europa cae -0,35%, mientras que Estados Unidos (futuros) pierden -0,17%.