Maurice Harari, Senior Portfolio Manager SYZ AM
Conforme nos acercamos al último cuatrimestre del año, aumenta el pesimismo sobre las previsiones del crecimiento económico que, al menos por el momento, se mantiene en cifras positivas.
Tras la sólida rentabilidad de la mayoría de los activos de riesgo (renta variable, crédito y deuda de los mercados emergentes) en los últimos meses, no se detectan motivos para el aumento de la propensión al riesgo que justifique que se incremente su nivel.
Si bien el crecimiento mundial sigue desacelerándose debido a la dinámica cíclica negativa, la demanda interna continúa siendo firme y mantiene el crecimiento en las referidas cifras positivas en la mayoría de las economías desarrolladas.
Si ponemos la vista en renta variable, durante este último mes parece que los mercados europeos, chinos y japoneses no son tan recomendables como lo eran hasta ahora. Sin embargo, empiezan a parecer más interesantes los mercados de Estados Unidos y también los emergentes.
En la situación actual, en cuanto al mercado de renta variable del Reino Unido, ahora que el riesgo de un Brexit sin acuerdo se vuelve a presentar potencialmente, se aconseja “tomar preferencia por los exportadores multinacionales que cotizan en el Reino Unido”. Esto se debe a que se verían menos afectados por los acontecimientos internos y podrían beneficiarse de una libra esterlina a la baja por encima de las empresas nacionales, que podrían verse afectadas por una situación de Brexit duro con la incertidumbre política que implica.
En cuanto a los sesgos sectoriales, parece más recomendable hacer un uso moderado, sin priorizar defensivos sobre cíclicos o viceversa, ya que ninguno destaca en términos de valoración o dinamismo de los beneficios empresariales.
No obstante, seguiríamos priorizando los títulos que reparten altos dividendos, puesto que correrían menos riesgos ante una subida temporal de los tipos de interés. Además, suponen una alternativa real de medio a largo plazo en un contexto de tipos bajos como el que podría llegar a darse en estas circunstancias.
En lo que respecta a la renta fija, la deuda pública nominal no debe verse como una inversión prioritaria, pero tampoco se debe desestimar. Ahora mismo el riesgo para la actividad económica en general sigue en un extremo negativo.
Más concretamente, la deuda pública de Francia y Alemania han perdido nuestro interés después del repunte del mes pasado, debido a unas valoraciones muy caras y unos niveles de rendimiento negativos. Por su parte, Italia aún inspira confianza, pero teniendo en cuenta ciertos detalles, ya que aún existe un buen valor relativo dentro del universo de la deuda pública en euros.
En cuanto a la deuda pública indexada (especialmente en EE. UU. e Italia) y los activos de renta fija en divisa fuerte de los mercados emergentes, seguimos sin depositar una confianza ciega.
Además, ahora podemos decir que el crédito de primera calidad crediticia y el del alto rendimiento (que sigue siendo preferible en Europa frente a EE. UU.) denotan más seguridad, sobre todo el segundo. Se trata de un movimiento táctico que refleja nuestra voluntad de tomar beneficios después del reciente repunte, ya que ahora las valoraciones poseen un volumen considerable de buenas noticias.
En cuanto a mercados emergentes, los valores de renta fija locales de Brasil, Rusia e Indonesia se han convertido en nuestros activos favoritos incluso sin estar en su mejor momento. Sin embargo, se han situado en nuestras primeras posiciones debido al entorno actual de desaceleración del crecimiento mundial y a las presiones inflacionarias moderadas, que unidas a una Reserva Federal acomodaticia, resulta favorable para los bancos centrales de los mercados emergentes.
Estos factores les permite recortar los tipos de interés (Rusia ya lo ha hecho dos veces, mientras que Indonesia, una vez, y Brasil podría ser el siguiente). Además, encontramos especialmente interesante la duración en Indonesia y Brasil (curva de tipos con pendiente pronunciada), mientras que el rublo ruso es atractivo por su valoración.
Sin embargo, se han rebajado las expectativas de Turquía (bonos en divisa fuerte) debido al creciente riesgo de una equivocación en la política monetaria y a la amenaza potencial de sanciones por parte de EE. UU.
En resumen, la postura de riesgo se ha mantenido estable, aunque se identifica la necesidad de prestar especial atención a los cambios que puedan producirse en los diferentes segmentos.