Tras un arranque de 2014 prometedor, las materias primas han sido centro de una tormenta casi perfecta de aversión al riesgo durante el tercer trimestre.
Tanto es así que, de situarse por delante de otras clases de activos durante el primer semestre, en el momento actual el Índice Bloomberg Commodity, que recoge las 22 materias primas más importantes, se ha desplomado hasta niveles que no se veían desde los peores días de la crisis financiera global y la recesión en 2009.
Los precios han reaccionado negativamente a la combinación de una mayor oferta de materias primas clave y un dólar más fuerte en una época en que el crecimiento de la demanda se está reduciendo, en especial en Europa y en China.
El sector que ha salido mejor parado es el del metal, encabezado por los metales industriales y preciosos, mientras que el sector agrícola ha caído más de un tercio desde el mes de abril.
En EE.UU., las condiciones para el cultivo de este verano han sido casi óptimas, con lo que los precios de las tres cosechas clave, el maíz, la soja y el trigo, han caído hasta mínimos de cuatro años.
Entretanto, el sector de la energía ha experimentado las mayores interrupciones en el suministro desde 1991, una situación que se ha visto compensada por la escalada continuada en EE.UU. de la producción de aceite de pizarra.
Como consecuencia, en el 3T, y ahora ya también en el 4T, vemos cómo el mercado ha pasado de centrar su interés en su preocupación por los problemas de suministro debido a las tensiones geopolíticas a situar su punto de mira en la situación actual de exceso de oferta.
Los metales preciosos, la plata y en menor medida el oro, han arrojado fuertes pérdidas en septiembre. La combinación de un dólar mucho más fuerte, de unas perspectivas rebajadas en materia de inflación, de una menor demanda de refugios seguros y, no menos importante, la vuelta prevista para el próximo año a tipos normalizados en EE.UU. siguen reduciendo el interés del inversor en el sector.
No obstante, si echamos un vistazo al oro denominado en otras divisas, observamos que gran parte del debilitamiento se relaciona con el fortalecimiento del dólar, ya que el oro denominado en euros ha subido casi un 10% en lo que va de año y en torno a la mitad de eso frente el yen japonés.
Prevemos que el dólar siga subiendo en el último trimestre, lo que supone la mayor amenaza para el oro y la plata, ante la actual ralentización en China, Europa y en otros lugares que puede derivar en unas perspectivas menos enérgicas respecto de hasta qué punto la Reserva Federal estadounidense puede mostrarse, y se mostrará, más restrictiva.
El arranque del último trimestre no va a ser fácil para el sector de la energía ya que la ralentización estacional en la demanda de refinerías estadounidenses conllevará el aumento habitual de los inventarios. En su caso, se espera que el debilitamiento progresivo de los precios tenga respuesta por parte de la OPEP a más tardar durante la próxima reunión, que está programada para el 27 de noviembre.
El riesgo bajista podría incrementarse si la OPEP no logra mostrar unidad con Iraq, Libia y en su caso también Irán. Y todo ello con vistas a incrementar la cuota de mercado en un momento en que la demanda de petróleo del cártel se está reduciendo.
Estrategia 1: Una solución de cobre para la ralentización de China: HGZ4
Los inventarios de cobre en la Bolsa de Metales de Londres se han reducido hasta sus niveles mínimos desde 2008, lo que ha servido para ofrecer soporte al precio a pesar de que no hay muestras claras de una demanda real tendente al consumo, en particular teniendo en cuenta que en la actualidad existe el riesgo de que China no alcance su objetivo de crecimiento del 7,5%.
No se prevé una ralentización derivada de factores que ofrecen respaldo al precio como nuevas y drásticas medidas de estímulo.
Considerando que los inventarios de cobre tienden a aumentar en los meses de invierno del hemisferio norte, va a ser complicado que el cobre cuente con soporte en este último trimestre, teniendo asimismo en cuenta la perspectiva actual que apunta a un mayor fortalecimiento del dólar.
Partiendo de esta premisa, nos planteamos vender cobre para la emisión de diciembre (HGZ4) en una ruptura por debajo de 2,98 dólares por libra con una orden de stop por encima de 3,04 y situamos el posible objetivo en mínimos de 2,72 dólares por libra.
Estrategia 2: El diferencial Brent/WTI puede ampliarse
Una de las principales características del mercado del crudo durante el pasado trimestre ha sido el incremento del exceso de oferta en la cuenca atlántica desencadenada por el regreso del petróleo libio, el debilitamiento de las importaciones estadounidenses y la menor demanda de las refinerías europeas.
La situación ha sido especialmente crítica para el precio del crudo Brent, al menos comparado con el West Texas Intermediate (WTI). La combinación de una fuerte demanda por parte de las refinerías y de unos inventarios en mínimos de varios años en Cushing, el núcleo de suministro de los contratos de futuro del crudo WTI NYMEX, ha dado lugar a una época en la que el crudo WTI cuenta con cierto soporte relativo frente al Brent.
Esperamos que el diferencial se amplíe a medida que nos vayamos acercando a finales de año por varios motivos. La venta masiva de Brent ha mejorado su competitividad respecto de otros crudos. Todo ello debería contribuir a retirar y a reducir la presión por vender en el mercado del crudo Brent y en su caso debería también disminuir el fuerte contango que en la actualidad se observa en la fase inicial de la curva de futuros.
Entretanto, en EE.UU. el oleoducto que proporciona petróleo a Cushing va por buen camino de cara a iniciar pronto el suministro, algo que debería contribuir a que los inventarios aumenten y, como consecuencia, a reducir la rigidez que ha guiado el backwardation en la fase inicial de la curva.
Cualquier situación de riesgo que pueda dar lugar a una nueva tensión geopolítica, también supondrá cierto soporte para el Brent, en especial si el escenario en cuestión atañe a Libia, país donde la producción se ha incrementado rápidamente en una época en la que el caos en el país ha seguido siendo considerable.
Recomendamos la compra de LCOZ4 contra la venta de CLZ4 con un diferencial próximo a los 4 dólares por barril con un objetivo mínimo de 7 dólares barril y una orden stop por debajo de los 3 dólares por barril.
Estrategia 3: El oro podría subir ante el referéndum decisivo en Suiza: call XAU/USD
Los metales preciosos se han vendido bien en el tercer trimestre gracias a la subida del dólar, a la disminución de las tensiones geopolíticas y a que el mercado ha comenzado valorar hasta qué punto la Reserva Federal estadounidense tensará la cuerda.
No obstante, de cara a los próximos meses, una de las posibles fuentes de apoyo podría proceder del referéndum sobre el destino del oro suizo previsto para el 30 de noviembre.
Si el referéndum prospera, el Banco Nacional de Suiza tendrá que mantener al menos el 20% de sus activos en oro, abstenerse de vender sus reservas de oro y almacenar todo su oro en Suiza.
La cuota de oro de las reservas de la divisa suiza ha caído desde el 30% en el año 2000 hasta el 8% actual. De aprobarse el referéndum, el Banco Nacional de Suiza tendrá que comprar una cantidad considerable de oro en los próximos tres años.
Hasta la fecha, el parlamento suizo ha rechazado aplastantemente la iniciativa ya que restringiría la capacidad del Banco Nacional de Suiza a la hora de dirigir la política económica, que además podría verse obligado a renunciar al tipo fijo en 1,20 frente al euro.
Las tenencias en fondos cotizados se han desplomado hasta mínimos de cinco años mientras que los fondos de cobertura han recortado su posición larga neta hasta el mínimo desde enero.
A la vista de todo ello, podríamos estar ante el "momento escocés" del oro, ya que cualquier muestra de un posible "sí" supondría un cambio en el sentimiento y en la dirección del mercado.
Sugerimos comprar una opción call de delta baja con vencimiento en diciembre. En este caso, una call a 1.280 dólares por onza en el XAUUSD con vencimiento el 12 de diciembre con un coste de 5 dólares por onza, con un precio de referencia de 1.194 dólares.
La pérdida máxima se limitará a la prima pagada.