La aversión al riesgo ha sido la tónica de mercado desde que comenzó el año. El miedo de los inversores a que la burbuja china estalle se ha venido reflejando en todas las actuaciones y movimientos: caídas de bolsas, compras de bonos soberanos de calidad...
Sin embargo en el mercado de divisas la reacción ha sido tardía. El yen se fortalecía –divisa refugio- contra el dólar pero no tanto contra el euro. Habitualmente la cotización del EUR/JPY ha sido un barómetro infalible del nivel de apetito o aversión al riesgo.
La circunstancia viene provocada por un euro que, puntualmente, se ha fortalecido por enormes flujos compradores de esta divisa contra libras –ventas de libras por miedo a un Brexit- y en alguna manera por el hundimiento del precio del petróleo que favorece a la mayoría de países de la zona euro.
Algunos analistas han interpretado este euro fuerte como un cambio de estatus de la divisa única equiparando a divisa refugio. En mi opinión, esto no es así y se trata solo de factores temporales. La realidad macro de Europa seguirá siendo débil y presionará a su divisa a la baja.
Como vemos en el gráfico, el euro contra el yen cerró el viernes –cierre semanal- por debajo de una linea de tendencia alcista que viene funcionando desde principios de 2013. Ha perforado a la baja el primer retroceso Fibo de 38,2% y se apoya exactamente en la media móvil de 200 ( semanal) en 127,77. Esta media no ha sido tocada por el par desde la misma fecha de principios de 2013.
Si la tensión continúa en los mercados, como parece ser, la cotización del euro contra el yen, con este escenario macro y técnico, se encamina hacia la zona de 121,60 y 115,17