Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Una de las divisas que mejor actuación ha ofrecido hoy ha sido el euro, que ha subido hasta situarse a un pip del nivel de 1,05 frente al dólar. Aunque el par de divisas se estableció firmemente por debajo de este nivel clave, su superación refleja los beneficios, fruto del debilitamiento de la divisa. Después de perder cerca de 1.000 puntos en los últimos dos meses, el debilitado euro ha cambiado dramáticamente los pronósticos sobre inflación y crecimiento. En el último boletín económico publicado por el BCE, el banco central confía en que la inflación se recuperará el año próximo, y esto ha incitado a Weidmann, miembro del BCE, a decir que el banco central no debería retrasar la subida de los tipos hasta que sea “demasiado tarde”. Más específicamente, su preocupación es que “en caso de una mala política fiscal, la política monetaria podría verse sometida a una gran presión para renunciar a una subida de los tipos de interés, aunque la implementación de ajustes estaría asegurada”. Muchos bancos centrales, incluido el Banco de Inglaterra, han expresado su preocupación acerca de una subida de la inflación el año que viene y este punto de vista pone en juego la relajación monetaria. Parte del fortalecimiento se puede atribuir a la interrupción de la compra de bonos del banco central. Anticipándose a la disminución de liquidez del mercado, el BCE anunció el mes pasado que interrumpiría la adquisición de bonos entre el 22 de diciembre y el 1 de enero, y que reanudaría la compra el 4 de enero. Sin la presencia del gobierno en los mercados, podríamos observar un mayor aumento del rendimiento de la deuda de la eurozona y un repunte del euro.
La gran cuestión en Europa es si un euro debilitado puede salvar la economía de la eurozona. No dudamos de que el debilitamiento de la divisa impulsará la actividad económica y la inflación –los datos ya muestran el impacto positivo. Sin embargo, los problemas de Europa se extienden más allá de la actividad intradía. Los mayores riesgos para la eurozona y el euro el año próximo son la política, el terrorismo y la crisis bancaria de Italia. Algunos de estos incidentes son difíciles de predecir y cada uno de estos escenarios podría tener un impacto dramático sobre la divisa y eclipsar las positivas mejoras en la economía. Mirando adelante hacia el año que viene, esperamos vender el EUR/USD en los repuntes entre el 1,05 y el 1,06.
Ha sido otro día de operaciones dispares para el dólar estadunidense. El billete verde ha subido frente a la libra y los dólares australiano y canadiense pero ha bajado frente al euro. Se ha mantenido sin apenas cambios con respecto al yen, el franco suizo y el dólar Nueva Zelanda. El rendimiento de los bonos de Estados Unidos ha aumentado aunque la disparidad de los datos ha evitado que la divisa experimente grandes movimientos. El crecimiento del PIB del tercer trimestre se revisó del 3,2% hasta el 3,5%, los pedidos de bienes duraderos excluyendo el transporte aumentaron más de lo previsto pero las solicitudes de ayudas por desempleo se dispararon mientras que el crecimiento de los datos sobre ingresos y gatos personales disminuyó. Aunque la Reserva Federal prevé tres subidas de los tipos el año que viene, los últimos datos están lejos de ser impresionantes. En la nota de ayer, advertíamos sobre las consecuencias del debilitamiento del dólar y deberíamos ver efectos más negativos en los datos de enero. Las ventas de vivienda nueva se publican el viernes pero el impacto sobre el dólar debería ser limitado.
El USD/CAD ha subido considerablemente hoy, situándose por encima del nivel de 1,35 a pesar de los excepcionalmente buenos datos sobre las ventas minoristas y los precios del petróleo. El gasto de los consumidores de octubre triplicó las expectativas, aumentando un 1,1% frente a los pronósticos que hablaban de un 0,3%. Los datos de septiembre se revisaron también al alza. Excluyendo los automóviles y la gasolina, la demanda ha sido aun mayor; el gasto aumentó un 1,4% frente a las expectativas que apuntaban a un 0,7%. El crecimiento de los precios al consumo se ralentizó más de lo previsto, lo que coincide con el informe del PMI IVEY pero parte del cambio puede atribuirse a una nueva medida del CPI subyacente. Las tasas de Estados Unidos han aumentado más que las de Canadá hoy, así que el USD/CAD probó suerte en el 1,35. Las cifras del PIB de Canadá se publican mañana y, si nos basamos en el gran aumento de las ventas minoristas, lo más probable es que las cifras del informe sean positivas. El dólar australiano también ha descendido pero gracias al alentador informe sobre el PIB de la noche anterior, el dólar de Nueva Zelanda se mantuvo estable frente a su homónimo estadounidense. Esto ha contribuido a que el AUD/NZD se haya quedado por debajo del 1,05 por quinta jornada consecutiva.
La libra ha seguido bajando frente al dólar, haciendo subir el EUR/GBP hasta 85 centavos. Ha sido otra jornada de escasa actividad en lo que a datos se refiere. Como mencionamos ayer, el debilitamiento de la divisa puede atribuirse a las continuas preocupaciones acerca del Brexit. El año que viene todo va a girar en torno a cómo capea el temporal del Brexit la economía británica. La primera ministra May ha prometido invocar el artículo 50 en marzo, así que estamos a pocos meses de lo que podría ser otro período de gran incertidumbre y volatilidad para la moneda. Por otra parte, el tesoro del Reino Unido ha puesto en tela de juicio la eficacia y el impacto de la política monetaria actual. En una consulta abierta al público, la Comisión de Hacienda de Reino Unido ha declarado que “los tipos de interés están anclados cerca de cero, el Banco de Inglaterra ha utilizado formas cada vez menos convencionales de expansión cuantitativa, y la inflación se ha mantenido por debajo del objetivo fijado en el 2% durante tres años. La eficacia de la política monetaria o, por el contrario, sus consecuencias no intencionadas y sus previsiones, necesitan un examen minucioso”. El Reino Unido no tiene informes pendientes de publicación esta semana, de modo que la libra debería seguir descendiendo con respecto a las demás monedas principales.