Perder es lo más difícil de aceptar para muchos en cualquier ámbito de la vida. Cuando perdemos somos capaces de abandonar lo que comenzamos o nos frustramos y queremos vengarnos de aquello que nos ha jugado una mala pasada.
En el trading, como en cualquier otro negocio, las pérdidas van a ser parte de nuestro mundo. Pero tenemos que saber que esas pérdidas son solo parte del juego y debemos estar preparados. Preparados con una buena gestión de capital y sobre todo, tener las emociones bien puestas para no quemar la cuenta y buscar que el mercado nos dé la razón.
Recuerda que perder no solamente afecta tu bolsillo sino también a tu mente y a tu espíritu. No importa que no hayas quemado la cuenta, pero si la pérdida te tumbó emocionalmente, será más difícil recuperarse de ello que recuperar el dinero perdido.
Entonces, ¿cuál es el primer paso para este negocio? Aceptar y reconocer que siempre habrá pérdidas y que son inevitables. Estas pérdidas siempre deben ser menores que las ganancias acumuladas (esto es una regla de oro). Ve las operaciones perdedoras como una enseñanza y no un golpe a tu cuenta o peor aún, a tu mente.
Debes entender que perder te hará mejorar aún más tu operativa, cometer errores y dejar de un lado el miedo a que se expresen las probabilidades, es lo que te va a permitir construir una base sólida mental para afrontar la verdad implícita de un negocio de suma cero.