Las consecuencias del Brexit se sienten de lleno en las monedas europeas, con fuertes bajas de la libra esterlina y el euro, y en menor medida del franco suizo. Como contrapartida, el yen sigue fuerte, sin cambios de tendencia a la vista en el corto plazo.
De todas formas, la salida de Reino Unido de la Unión Europea aún parece tener varios capítulos más, y un final abierto. Más de dos millones de personas firmaron un petitorio para llevar a cabo un nuevo referendo, algo que, si tuviera lugar, cambiaría radicalmente el panorama. Sin embargo, la probabilidad de que esto ocurra aparece lejana, aunque no menos que la salida definitiva provocada por la votación del jueves pasado.
La libra esterlina no tiene por delante un panorama fácil. Acaba de vulnerar la cota de 1,32, que rozó en pleno escrutinio del jueves a la noche, y se encamina a 1,30, valor que no toca desde 1985. De todas formas, la apertura de la sesión asiática dejó un gap por encima de 1,36, precio que probablemente visite en los próximos días. Esto no ocurrirá, con seguridad, en la sesión del lunes.
El euro, por su parte, cae a menor velocidad que la libra, aunque ya se ubica debajo de 1,10, con perspectivas bajistas para el resto de la sesión. Claramente, el quiebre de la zona de 1,0915, mínimo del viernes, extenderá su baja a 1,0820, mínimo del mes de marzo.
Como se ve, un panorama complejo para el mercado de divisas, que lentamente retoma su calma luego de las caóticas sesiones del jueves y viernes.