Hace menos de dos semanas la paridad del euro contra el dólar estaba en USD 1.2950 por cada unidad de euro, y mágicamente la moneda europea se valorizó alrededor de 400 pips en tres o cuatro días, llegando a superar los USD 1.3300, a pesar de que la realidad del sistema financiero europeo muestra un gravísimo estado de total insolvencia.
Para sorpresa de muchos analistas y operadores financieros, la Unión Europea y el Banco Central Europeo han logrado atravesar un complicado 2012 ocultando la basura debajo de la alfombra, pero el próximo año 2013 será otra historia.
Desde que estalló la crisis financiera en 2010, los líderes europeos han apelado a estrategias meramente dilatorias para patear hacia adelante el problema sin saber cómo solucionarlo.
Esa actitud se limitó a negar la realidad envolviéndola en interminables reuniones y discusiones que nunca resolvieron nada, a pesar de las miles de declaraciones anunciando que la situación financiera y del sistema bancario europeo ya estaba resuelta. Lamentablemente, será muy complicado para los capitostes de la Unión Europea seguir mintiendo y 2013 no aparenta ser un buen año para el euro.
Si se habla de mentiras, Grecia surge como el mejor ejemplo, con anuncios y declaraciones que aseguraron más de una veintena de veces que "Grecia está salvada", aunque la realidad muestre que la situación económica y financiera de ese país continúa empeorando día a día, con un índice de desempleo que sigue en aumento y un producto bruto interno que ha caído casi el 20%, ubicándose al borde del colapso que sufrió Argentina en 2001.
Esa Grecia de hoy es el país que los iluminados líderes políticos y financieros de Eurozona han "salvado" pomposamente y sin sonrojarse más de veinte veces en los últimos tres años.
También España sigue en el centro de la tormenta con un índice de desempleo creciente, descontento social y movimientos populares contra los recortes presupuestarios de Rajoy y un sistema bancario infectado de deudas basura y que ya habría quebrado sin los generosos aportes de fondos del BCE.
Ahora podría agregarse a Italia como candidata a ubicarse al frente de la crisis de la Eurozona, después de la renuncia de su primer ministro Mario Monti y de las nuevas elecciones que tendrían lugar en febrero de 2013 con cuatro candidatos muy particulares, aunque la Unión Europea juegue sus cartas al regreso de Monti al sillón de Primer Ministro.
Los otros tres postulantes son el inefable Silvio Berlusconi con su coalición de derecha; Luigi Bersani, liderando la centro-izquieda del partido demócrata, a quien hoy favorecen las encuestas; y el comediante Beppe Grillo ubicado bien a la izquierda política.
Solamente Monti o Bersani podrían representar la continuidad de la política de ajustes y austeridad impuestas por la Unión Europea, mientras que el retorno de Berlusconi, obligado a renunciar en 2011, podría convertirse en una pesadilla para el euro, y lo mismo ocurriría con Grillo de ganar las elecciones.
De todos modos, si Italia no alcanza a colapsar al euro, hay muy buenas chances de que Francia pueda hacerlo, porque aunque los bonos de deuda franceses aún se mantengan confiables a juicio de los inversores, y lejos de los desvalorizados bonos italianos y españoles, esto solo muestra que nadie quiere reconocer la existencia de una crisis financiera hasta que esta estalle.
La asfixiante política impositiva impuesta por el Presidente François Hollande está produciendo una fuga de capitales de parte de la clase alta y los dueños de las mayores fortunas en Francia ya se aprestan a emigrar considerando que es muy difícil vivir en un país con una carga impositiva del 75% sobre los ingresos.
Si esto no fuera suficiente para pronosticar un muy complicado 2013 para el euro, existen varias razones más para sostener que la Eurozona que hoy conocemos puede desmembrarse con consecuencias muy duras para la moneda única que hasta podría llegar a desaparecer.
Ahí sigue estando Grecia en el caso de que Alemania llegue a hartarse algún día de los interminables pedidos de ayudas monetarias para seguir financiando la irresponsabilidad de su dirigencia política.
También España, con su sistema bancario al borde de la quiebra y un descontento social en aumento, que está reviviendo viejos y eternos anhelos de su región más rica, Cataluña, de independizarse del estado español y ser dueña de su propio destino.
Y a este panorama podría agregarse, Chipre esperando ayuda financiera proveniente de Rusia; a Portugal, cuyo producto bruto interno se pronostica a la baja para este año y el próximo como consecuencia de medidas de austeridad muy profundas; a Irlanda que aún está lejos de resolver sus problemas aunque va en buen camino; y Slovenia, cuyo desmanejo político lleva a una posible insolvencia.
¡¡Ahhh!!, casi olvidaba que Alemania tiene elecciones en Sep/Oct de 2013 y todo indicaría una reelección de la canciller Angela Merker, o de su posible oponente de la socialdemocracia, ambos comprometidos con el salvataje del euro. Pero es largo el camino hasta ese momento y no es muy inteligente subestimar al pueblo alemán pensando que seguirán dispuestos a financiar los despilfarros de gobiernos extranjeros con cuatro años más de salvatajes financieros a costa de su esfuerzo y disciplina.
Es posible que el valor del euro siga siendo sostenido artificialmente por el Banco Central Europeo, y también es probable que la moneda única pueda sobrevivir durante todo el año 2013, pero por las dudas no convendría apostar mucho dinero a que eso va a ocurrir.