La Reserva Federal de Estados Unidos extendió el miércoles su estímulo monetario para la recuperación de la economía estadounidense que se ve en riesgo de estancamiento, renovando sus esfuerzos para bajar el costo del crédito mediante la venta de bonos de corto plazo para comprar papeles de largo plazo.
Expresando preocupación por la restricción del crédito en los mercados financieros globales por la crisis de Europa, la Fed dijo que estaba extendiendo su “Operación Twist” mediante la compra de 267.000 millones de dólares en bonos de largo plazo hasta fines del 2012.
La primera fase de la Operación Twist tiene previsto concluir a fines de este mes.
“Esta continuación del programa de extensión de vencimientos debería presionar a la baja las tasas de interés de largo plazo y ayudar a hacer las condiciones financieras más expansivas”, dijo el comunicado de la Fed.
La Fed agregó que por la duración del nuevo programa, dejaría de reinvertir los ingresos derivados del vencimiento de los bonos del Tesoro en su cartera.
El presidente de la Fed de Richmond Jeffrey Lacker, que expresó su disenso en todos los encuentros de este año, votó en contra de la medida, diciendo que se oponía a la extensión de la Operación Twist.
El banco central retuvo su orientación general de que las tasas probablemente seguirán cerca del cero por ciento al menos hasta fines del 2014.
La Fed mantuvo su caracterización de la economía como en “expansión moderada”, pero dijo que el crecimiento del empleo se había desacelerado en meses recientes.
También expresó su preocupación por el debilitamiento del gasto del consumidor.
La economía estadounidense parece estar en desaceleración, en momentos en que se frena la expansión del mundo emergente y Europa se hunde aún más en sus discusiones políticas sobre la deuda soberana.
El crecimiento del producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos del primer trimestre recientemente fue revisado a la baja a un ritmo anual de 1,9 por ciento desde 2,2 por ciento.
Al mismo tiempo, los datos del empleo de mayo confirmaron que el débil mercado laboral vuelve a detenerse gradualmente, ya que se crearon solo 69.000 puestos nuevos y la tasa de desempleo subió al 8,2 por ciento.
Antes del encuentro de la Fed de esta semana, los economistas estaban divididos sobre si el banco central determinaría la necesidad o no de un nuevo estímulo monetario.
La Fed ha mantenido las tasas de interés referenciales cerca del cero por ciento desde diciembre del 2008 y ha comprado
hipotecas y títulos públicos por 2,3 billones de dólares, en un esfuerzo por alentar a la economía.
El año pasado, lanzó la “Operación Twist”, en la que el organismo monetario vendía bonos con plazos de tres años o menos y compraba valores con vencimientos de seis años o más, por 400.000 millones de dólares, para hacer bajar las tasas de interés de largo plazo.
La vicepresidenta de la Fed, Janet Yellen, sostuvo este mes que una acción adicional podría tener sentido como “seguro” de los riesgos a la baja, dadas la brusca desaceleración de las contrataciones por parte de los empleadores de Estados Unidos y la escalada de la crisis de la deuda europea.
Incluso a pesar de que los votantes griegos apoyaron el fin de semana a los candidatos que están a favor de tomar medidas duras para seguir en la zona euro, la crisis de la deuda de Europa sigue siendo una amenaza para la economía global y muchos bancos centrales miran con cautela las condiciones económicas.Sin embargo, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, se abstuvo de tomar una posición en su testimonio al Congreso. Un sondeo de Reuters del 8 de junio estimó la probabilidad de una extensión de la Operación Twist en 42,5 por ciento.
Las minutas de los encuentros del Banco de Japón y el Banco de Inglaterra publicadas el miércoles sugieren que los funcionarios están listos para volver a aliviar la política. China recortó su tasa de interés referencial el 7 de junio, mientras que el Banco Central Europeo podría actuar en su reunión del 5 de julio.