Cada vez es mayor la probabilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos pueda tomar medidas, tan pronto como el jueves, para energizar a una economía que tiene problemas para avanzar por la debilidad del mercado laboral y la incierta política fiscal, de acuerdo con un sondeo de Reuters.
Los economistas rebajaron sus previsiones para la expansión económica del tercer trimestre al 1,7 por ciento, al mismo tiempo que incrementaron la probabilidad de una tercera ronda de compras de bonos de parte de la Fed, al 65 por ciento desde el cálculo de 60 por ciento en el sondeo de agosto.
Tal anuncio probablemente se concrete tan pronto como el jueves, cuando el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed concluye un encuentro de dos días, halló la encuesta.
De los 51 economistas que estimaron la probabilidad de la flexibilización cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) en más de 50 por ciento, 39 previeron que el banco central actuaría esta semana.
Otros 10 dijeron que la Fed actuaría hacia fin de año aunque no precisaron cuándo. Diseñadas para mantener bajo el costo del financiamiento y apuntalar la economía, el organismo monetario ya ha dispuesto compras de activos por 2,3 billones de dólares por medio de sus primeros dos programas.
Los economistas decían que la Fed podría actuar para contrarrestar el número de fuerzas en contra de la recuperación, incluyendo el panorama de un crecimiento global más lento, la crisis de deuda de la zona euro y la incertidumbre que rodea a un conjunto de alzas impositivas y recortes de gastos de Estados Unidos que entran en vigor al inicio del próximo año.
“Prevemos que Estados Unidos seguirá en una recuperación moderada pero no espectacular, con momentos de baja debido a que nuestro sector privado es muy sensible a los cambios en el ambiente global ahora”, dijo Michael Gapen, economista para Estados Unidos de Barclays Capital.
Las expectativas de que la Fed intervendrá con un estímulo adicional se han intensificado desde los números del empleo estadounidense de agosto divulgados la semana pasada, que fueron decepcionantes.
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, dijo en un discurso el mes pasado que el avance para reducir la desocupación es demasiado lento.
La mediana de los pronósticos era de compras nuevas por 500.000 millones de dólares aunque algunos dijeron que anticipaban que la Fed anunciaría un programa “de final abierto” que permitiría al banco central ajustar la suma necesaria de acuerdo a los cambios en la economía.
Los economistas redujeron su estimación para el crecimiento del tercer trimestre a un 1,7 por ciento desde el 1,8 por ciento visto en el sondeo de agosto. Esa tasa sería la más lenta desde diciembre del 2010. Para el cuarto trimestre, anticiparon una tasa algo mejor, de 2,0 por ciento de expansión.
Para el mercado laboral, el panorama era más pobre, ya que los economistas anticiparon que el tercer trimestre vería un incremento promedio en las nóminas de 121.000 empleos, contra la proyección anterior de 135.000. El cálculo del cuarto trimestre también fue rebajado, a 135.000 desde 150.000.