Hoy comienza el tercer trimestre del año y el balance puede catalogarse como tibio. Lo que parecía que iba a convertirse en el período estrella para la renta variable, especialmente la europea, ha acabado con unos resultados mediocres, al menos teniendo en cuenta las perspectivas que se manejaban durante los primeros meses de 2015.
El caso de España ha sido de los más significativos, puesto que ha terminado en un soso +5%, cuando llegó a ir sumando un +13% durante el primer cuarto del año.
El resto de los índices principales también han sufrido caídas, aunque han saldado el semestre con un tono más positivo: el DAX se anotó un +23% en el primer trimestre y un -8% en el segundo, en total un +15%; el CAC un +19% y un -4%, en total un 15%; el Euro Stoxx 50 un +19% y un -7%, en total un +12%, etc.
En conclusión, vuelve a planear la duda sobre los periféricos que, aunque han mejorado su situación económica (dejando Grecia a un lado, por supuesto), en algunos casos de forma notable, siguen metidos en el mismo saco con el lastre que ello supone. Lo cierto es que todo este asunto griego muy probablemente seguirá afectando a los mercados durante los próximos meses, puesto que, incluso aunque se aceptase un nuevo rescate, el problema de base sigue existiendo. El mercado suele adolecer de una cierta complacencia y el quitar un problema de delante, aunque solo sea para postergar su resolución, puede traer una nueva marea de optimismo, pero no nos equivoquemos, mientras no se ataque la raíz del problema lo único que se conseguirá es aumentar el tamaño de la bola de nieve.
Hablando de Grecia, ayer sumamos un capítulo más al drama del verano, con el impago oficial de la deuda con el FMI por parte de Grecia. A las 00:00 el dinero no estaba encima de la mesa, lo que equivale a una entrada directa en el estado de mora. Grecia es consciente de la magnitud del problema y de las implicaciones de este impago, por lo que ayer por la noche solicitaba formalmente su tercer rescate junto con una reestructuración de su deuda con la UE, además de una nueva propuesta de reformas que sigue siendo insuficiente para los criterios de la Troika.
El Eurogrupo, por su parte, dejó claro que las condiciones de un hipotético nuevo rescate podrían ser más estrictas que las firmadas hasta ahora, lo que prácticamente cierra la puerta a esta posibilidad por el momento, puesto que Grecia ya estima las cláusulas actuales como abusivas. La actitud general entre los miembros de la Unión es de una calma tensa a la espera del resultado del referéndum, que parece que poco a poco va convirtiéndose en una elección entre el euro y el dracma. El resultado de este referendo no solo será importante para Grecia, también tendrá una responsabilidad capital en el comportamiento de los mercados en los próximos meses.
El lunes vimos un gran repunte de la volatilidad que ya ha remitido a pesar de que su causa sigue vigente. De esto podríamos deducir que el mercado apuesta fuerte por un SÍ en la votación, aunque si esto es razonable o no habría que discutirlo. Incluso si saliese el NO, aún no tendríamos por qué ser tremendamente pesimistas, puesto que la postura de la UE es la de intentar hacer todo lo posible por mantener a Grecia dentro del Euro y, si resultase imposible, al menos dentro de la UE para poder seguir colaborando en la recuperación vía ayudas o subvenciones.
Pero hay una tercera vía que sería bastante peligrosa para los mercados, que sería un NO combinado con un enconamiento de las posturas de Syriza que se sentiría moralmente autorizada con el resultado del voto para volver a una actitud negociadora agresiva que no llevaría a ningún sitio, visto que las exigencias de sus socios europeos parecen inamovibles. Podría decirse, por tanto, que a falta de nuevas iniciativas por alguna de las partes, todo pasaría por el resultado del domingo. Los días que quedan de semana sobran.
En el plano macro hoy hemos visto algunos datos interesantes. Los PMIs manufactureros en Europa, dato de cierta importancia para evaluar la recuperación industrial, han sido bastante mediocres; España y Reino Unido han decepcionado, Alemania y el conjunto de la UE se mantienen estables y el único país que bate expectativas es Francia, aunque por poco. El ruido de Grecia hace que estos datos pasen desapercibidos, pero no son buenas noticias.
Esta tarde veremos el PMI en EE. UU., además del dato de empleo no agrícola ADP y los inventarios de crudo y como plato fuerte del día, reunión del Eurogrupo a las 17:30. Cualquier noticia que venga de ese frente hay que cogerla al vuelo puesto que el mercado se va a mover a golpe de declaración estos días.