En octubre habíamos visto que el precio del petróleo había mostrado la mayor caída desde 2012. No obstante, esta tendencia bajista se ha acentuado desde octubre llegando a un nuevo mínimo de US$ 54,1 por barril el 18 de diciembre. El promedio de la última semana (lunes 15 a viernes 19 de diciembre) está un 44% por debajo de la misma semana en 2013.
Las explicaciones para esta caída son dos, una demanda débil y una mayor producción por parte de Estados Unidos. Adicionalmente, la Opec está determinada en no recortar la producción para mantener los precios en este nivel bajo. ¿Por qué?
En 2013, Estados Unidos se convirtió en el productor de petróleo más grande del mundo (ver siguiente gráfico). Por esta razón, la Opec decidió no restringir la producción y dejar que el precio siguiera cayendo, con el objeto de presionar a los productores norteamericanos. Recordemos que durante 2012 y 2013, el precio se mantuvo en niveles de US$ 98 por barril, y US$ 95 por barril, respectivamente. Inclusive alcanzando, por momentos, un nivel de US$110 por barril en 2013. Esto significa que los productores marginales requieren un precio en estos niveles para poder mantener su producción.
¿Cuáles son los impactos?
Los ingresos de Rusia dependen en gran parte de la venta de energía, representando el petróleo y el gas un 70%. Esto significa, que en realidad Rusia tiene mucho que perder ante la caída de los precios. No obstante, el ministro de energía confirmó que no van a recortar la producción para no perder participación de mercado. Se estima que la economía rusa entrará en recesión en 2015 si los precios del petróleo no se recuperan.
Si bien Venezuela es uno de los productores más grande de petróleo, el mismo ya estaba sufriendo problemas de rentabilidad debido a una mala administración económica.
Arabia Saudita es uno de los productores más grandes del mundo, y es uno de los miembros con mayor influencia en la Opec. Dicho país no espera disminuir su producción para impulsar los precios, lo que podría ser explicado como una medida de disciplina para otros productores del mismo grupo, y además para presionar a productores norteamericanos. Si bien los productores de Arabia necesitan un precio de alrededor US$ 85 por barril en el largo plazo, la capacidad económica les permite sobrellevar la actividad con un nivel de precios bajos en el corto-mediano plazo.
No obstante, otros países de la Opec no cuentan con la misma capacidad económica y requieren que el precio esté por encima de los US$ 100 por barril para poder continuar con su actividad.
El crecimiento en la Unión Europea continúa débil. La baja de los precios podría mejorar a los consumidores en el corto plazo por el menor precio de la energía, pero en el largo plazo esto podría erosionar las condiciones comerciales.
China, por otro lado, podría verse beneficiada por la caída de los precios, mientras que para Japón la baja en los precios es contraproducente dado que los precios altos de importación ayudaban a controlar la deflación.
Por último, India importa alrededor de 75% de todo el petróleo y se ve beneficiada por la baja en los precios.