Pese a cerrar en terreno negativo, la libra fue una de las monedas europeas que mejor rendimiento tuvo a lo largo del 2014.
El cruce contra el dólar arrancó con mucho impulso pero luego perdió fuerza, y tras no poder sostenerse sobre 1.700 emprendió un retroceso, que se aceleró con el paso del tiempo. El par no se pudo desacoplar de la caída del euro contra el dólar.
Al igual que el EUR/USD, el GBP/USD mantiene la perspectiva bajista, en el corto plazo, con la cotización aproximándose a un soporte de largo plazo en 1.5250 y por debajo de este en 1.4780 – 1.4800.
La libra podría ganar fuerza con un regreso por encima de 1.6100 – 1.6200 pero se ubica lejos en la actualidad y no parece ser un nivel alcanzable en el corto plazo o mediano plazo.
Una de las claves pasará por ver si el Banco de Inglaterra sube antes que la Reserva Federal las tasas de interés. De ser así, al libra podría ganar mucho terreno en el mercado.
La política puede traer ruido nuevamente sobre la libra en el 2015, ya que habrá elecciones. Además del peso propio del recambio de autoridades, se podrían abrir las puertas para un referéndum sobre la continuidad del Reino Unido en la Unión Europea (que ocurriría en 2017).
Si bien en diciembre el GBP/USD va camino a tener el sexto mes consecutivo con caídas (algo que no ocurría desde la crisis financiera del 2008), se trata de la caída mensual menos significativa y la que ha mostrado algún potencial de rebote. Esto podría dejar las puertas abiertas a un enero en positivo, y tal vez incluso febrero. Aunque las presiones se mantienen.