El primer trimestre del 2013 dejó varias particularidades en el mercado de divisas. Entre las más operadas no hubo un claro ganador en cuanto a rendimiento, siendo las mejores el NZD y el USD. Pero en el otro extremo hubo dos monedas que fueron las grandes perdedoras: JPY y GBP.
El GBP/USD había comenzado el trimestre cotizando por encima de una resistencia clave de largo plazo (1,63) y con ello parecía que habría las puertas a una suba mayor. Pero no se pudo consolidar, tras lo cual emprendió un recorrido bajista que hizo perder casi 1500 pips. La libra cerró el trimestre con una caída de 1100 pips.
Las malas expectativas primero, junto con un recorte de la calificación crediticia (y la expectativa de más), el recambio de autoridades en el Banco de Inglaterra, la expectativa de más acción del banco central y el estancamiento económico fueron algunos de los factores fundamentales que llevaron a la libra a ser de las peores monedas del trimestre. No hubo casi autoridades del Reino Unido que hablaran mal de estos recorridos, sino que fueron bien recibidos.
Por ahora, la caída de valor de la libra en el mercado no ha hecho mucho por la economía británica que se mantiene estancada con una inflación moderada pero por encima de la que se registra en EE.UU. o en la Eurozona.
Otras de las particularidades de la libra esterlina durante el primer trimestre fue la gran caída que experimentó contra el euro en enero. El EUR/GBP subió casi 600 pips. Para tener una idea de este recorrido, en el 2012 la distancia entre el precio más alto y el más bajo estuvo en el orden de los 800 pips.
Parte de este suba tuvo como correlato recorridos pocos comunes en el mercado de divisas: era común en esos días de enero ver que el EUR/USD subía y que el GBP/USD bajaba.
Se fue el primer trimestre donde algunas cosas que se decían del Reino Unido se hicieron realidad (como ser la rebaja de la nota crediticia) y la libra cayó con fuerza. ¿Será el segundo trimestre el de la recuperación?
El panorama no parece muy alentador en el Reino Unido y se vienen cambios en el Banco de Inglaterra (aunque no es un factor menor que M. King, el gobernador de la institución no consiguió los votos necesarios para incrementar el programa de compras en lo que puede ser una señal hacia el futuro) que apuntan a medidas más expansivas o de “flexibilidad cuantitativa”. Pero no esta claro si tiene el consenso necesario.
De todas formas el mercado de divisas pone valor a las monedas en términos relativos, es decir, que cada una se mide en base a lo que vale en otra moneda. Intentar saber la dirección que va a tomar un par en particular es predecir el camino que van a tomar dos monedas, lo que parece una tarea muy difícil.
Parados en este momento, uno de los caminos que podría seguir es el de la caída contra las monedas ligadas a commodities. Si bien cruces como el GBP/NZD se encuentran en mínimos históricos, la perspectiva fundamental sigue favoreciendo al kiwi contra la libra, pero no libre de riesgos. Un conflicto bélico en Asia, un gran retroceso en los mercados a nivel mundial y una crisis en China podrían hacer que dicho panorama se modifique considerablemente.