La libra se ha hundido significativamente en las últimas semanas frente a sus principales contrapartidas EUR y USD.
El detonante de la caída de hoy ha sido un nefasto dato de producción industrial y manufacturera en el Reino Unido, ¿o no?. Lo de hoy ha sido un claro ejemplo de pánico especulativo que ha encontrado, en el sector secundario inglés, la tormenta perfecta para lo que se venía viendo desde hace ya tiempo, y es que los datos fundamentales del norte del Canal de La Mancha son, cuanto menos, muy lúgubres.
El sector secundario británico no es, ni mucho menos, un sector importante en esta región (menos de un 20% del PIB). De hecho lleva en declive más de 30 años en lo que ha sido la transición de una economía industrial a una de servicios (gráfico 1), lo cual comenzaba de la mano de Margaret Thatcher.
Por lo tanto la libra no está cayendo por culpa de los datos de hoy. La libra en realidad cae porque:
1) los mercados están descontando que el Banco de Inglaterra no va a subir tipos de interés en los próximos 3 o 4 trimestres, al contrario de lo que venían anunciando a mediados de 2015;
2) La inflación, el eslabón perdido del Comité de Política Monetaria (MPC) británico, no se va a recuperar en los próximos meses, como indican sus proyecciones.
3) El precio del petróleo sigue cayendo, y esta es la principal razón por la que la inflación no se va a recuperar.
4) El riesgo de una salida del Reino Unido (Brexit) de la Unión Europea. Aunque parezca distante, el riesgo está ahí, y ninguna empresa, institución u organismo se atrevería a emitir deuda en libras si estos se fueran a depreciar en el corto-medio plazo. El referéndum escocés no era ni un ápice de lo que representa este actual proceso y aún así repercutió en la libra significativamente.
5) El mercado de la vivienda del Reino Unido, y en especial de Londres, parece estar atravesando una delicada situación. Se puede sentir el miedo y se empieza a discutir ampliamente, aunque es un tema que merece una investigación más profunda.
6) Otros factores externos al Reino Unido tales como China, posibles expansiones monetarias en la eurozona (si el precio del crudo cae, también se revisan a la baja las proyecciones de la UE), retrasos en los incrementos de tipos de la Fed, etc.
Por tanto, el futuro inmediato de la libra puede mostrar puntos de soporte (Gráfico 2) y retroceso a corto plazo, pero el futuro a medio y largo plazo todavía tiene que superar un gran número de obstáculos.