En este momento, el dólar estadounidense languidece en mínimos mensuales. Esto se debe a que el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense también ha descendido en la misma proporción en el mismo período.
Entre otros catalizadores, la caída también se produce cortesía de la Reserva Federal, que ha dicho en repetidas ocasiones que no subirá los tipos de interés. Pero los inversores se están volviendo escépticos después de que el banco central restaran importancia al aumento del rendimiento de los bonos, considerándolo poco más que fe en el aumento de la demanda en plena reactivación económica, ignorando la posibilidad de una inflación creciente mientras prometen que los tipos seguirán siendo más bajas más tiempo, incluso si se cumplen los objetivos de inflación de la Fed.
Además, después de un buen empujón del comercio de reflación estos últimos días, toca recogida de beneficios. La semana pasada, sectores de valor como el de Servicios Públicos (+3,7%) y el de Materiales (+3%) encabezaron la lista, mientras que los sectores de crecimiento como el Tecnológico (+1,1%) y el de Servicios de Comunicación (-0,1%) han quedado a la zaga.
Además, como el comercio de reflación se basa en el aumento de la inflación, cada vez es más difícil negar que la inflación en sí misma no es una presencia en el mercado. Después de todo, los informes sobre los precios al consumo de Estados Unidos de la semana pasada indicaron que el IPC subió un 0,6% en el conjunto del mes y un 2,6% interanual.
Éste es el mayor salto de esos indicadores desde 2008. Si bien es un argumento poderoso para el aumento de la inflación, los traders harían bien en no exagerar las cosas. En primer lugar, esos indicadores incluyen un repunte del 23% de los precios del gas, razón por la cual los economistas prefieren el indicador del IPC básico, ya que excluye los precios volátiles de la energía y los alimentos.
En segundo lugar, la medida actual de la inflación se compara con un período en el que la economía permaneció bloqueada durante el apogeo de la pandemia. Así, no representa necesariamente un verdadero indicador comparativo de la situación económica inmediata. Los técnicos también señalan una historia compleja.
El dólar completó una cuña ascendente, bajista tras la caída de más del 5% en los dos meses anteriores entre los máximos del 4 de noviembre y los mínimos del 2 de enero. La cuña comenzó con compradores y vendedores de acuerdo en que los precios deberían subir más. Sin embargo, los compradores estaban cada vez menos dispuestos a pagar por el dólar a cada repunte, haciendo que los vendedores reduzcan continuamente sus expectativas, hasta que la tendencia alcista se desvaneció.
Por otro lado, el precio también completó una cuña anterior mucho más grande desde el pico de marzo. Por lo tanto, hasta que el precio no descienda por debajo de los mínimos del 6 de enero, esperamos que el dólar repunte y se aparte de los máximos del 31 de marzo.
Sin embargo, si se dejan atrás los mínimos del 6 de enero, volveremos a nuestra postura bajista inicial.
Tal y como nosotros lo vemos, el trading es una especie de baile; cuanto mejor se aprenda uno los movimientos y entienda a su pareja, más elegantemente podrá bailar con ella. Por lo tanto, ahora mismo somos bajistas en el billete verde a corto plazo, pero seguimos siendo alcistas a largo plazo.
El dólar podría oscilar bruscamente a corto plazo, deteniendo posiciones mal colocadas o aquéllas que no están financiadas adecuadamente. Aquí están los “pasos” que recomendamos para bailar con el dólar ahora mismo:
Estrategias de trading:
Los traders conservadores deberían esperar a que el dólar confirme la primera cuña desde marzo o la supere, antes de posicionarse.
Los traders moderados se posicionarán en largo cuando el precio repunte apartándose de la línea alcista (de puntos) que conecta los mínimos del 6 y 25 de febrero.
Los traders agresivos podrían posicionarse en corto en el corto plazo, antes de unirse al resto del mercado en lo que prevemos sería otro repunte, siempre que entiendan el riesgo tanto de ir en contra de la tendencia principal como del dólar en sí, que ya se está alejando mucho de la terminación de la cuña ascendente, tras haber completado ya aproximadamente dos tercios de su objetivo implícito.
Por lo tanto, redacte un plan de trading que se adapte a su estilo y cíñase a él. Aquí tenemos un ejemplo básico:
Ejemplo de operación
- Entrada: 91,50
- Orden de minimización de pérdidas: 91,75
- Riesgo: 25 pips
- Objetivo: 90,00
- Recompensa: 150 pips
- Relación riesgo-recompensa: 1:6
Nota del autor: Como indica el título anterior, esto es solo un ejemplo de entre los muchos enfoques posibles. En última instancia, debe aprender a personalizar un plan que se adapte a su presupuesto, tiempo y temperamento. Hasta entonces, te invitamos a usar el nuestro, pero con el propósito de aprender, sin ánimo de lucro, o terminará sin ninguna de las dos cosas.