Como un empleado ocioso que no quiere que sus colegas sepan que apenas está trabajando, la Reserva Federal utilizó ayer todas sus fórmulas habituales sobre mantener el dedo en el pulso de la economía. Por ahora, sin embargo, el banco central más influyente del mundo ha decidido mantener inalterados los tipos, tal y como se había previsto.
Lo que fue más revelador fue el recuento de votos del FOMC. Los miembros fueron unánimes en su decisión sobre los tipos de interés por primera vez desde mayo.
¿Es eso significativo? Podría ser.
En la votación de noviembre, Esther George y Loretta Mester discreparon, según las actas publicadas después de esa reunión, "porque preferían aumentar el rango objetivo de la tasa de los fondos federales en 25 puntos básicos en esa reunión". Esos dos miembros parecen haber cambiado de preferencias ayer. Suena prudente. Inmediatamente después, los bonos del Tesoro y el dólar se vendían de forma masiva.
Pero el panorama general cuenta una historia un poco diferente. El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dejado claro durante todo el último año que la mayor preocupación de la Fed es el comercio. El banco central de Estados Unidos no podría cambiar la política monetaria días antes de un evento económico potencialmente cataclísmico: la implementación por parte de Estados Unidos de más aranceles sobre los restantes 160.000 millones de dólares en importaciones de bienes de consumo de China que aún no se habían visto gravadas.
Si eso se pospone y se firma un acuerdo parcial, al menos, aunque no tenga sentido a largo plazo, algunos miembros de la Fed podrían sentirse más seguros a la hora de volver a elevar el rango objetivo.
Por ahora, las tasas señaladas por la Fed seguirán siendo bajas a lo largo de 2020, pero hemos sido testigos de que la retórica de la Fed ha dado giros de 180 grados de reunión a reunión, y a veces incluso entre reuniones. La Fed probablemente está intentando tener al mercado —y al presidente de Estados Unidos— entre algodones, antes de la fecha límite para la imposición de los aranceles del 15 de diciembre, sólo cuatro días después de la reunión del FOMC.
Tal vez, debido a esta misma consideración, el dólar está justo a medio camino entre reanudar su tendencia alcista y comenzar a descender en una tendencia bajista.
El índice dólar descendió por un banderín bajista, como parte de un movimiento de retorno hasta un doble techo. Fueron patrones pequeños. Sin embargo, con el repunte a la baja del banderín, el dólar cruzó por debajo de la MMD 200 y, al mismo tiempo, podría haber completado la parte superior de un gráfico de cabeza y hombros desde agosto.
Al mismo tiempo, el índice cayó por debajo de la línea de tendencia alcista —y de la parte inferior de un canal ascendente desde septiembre de 2018.
Si el dólar amplía la penetración de la parte inferior del canal, podría convertirse en una tendencia bajista completa. Por otro lado, también podría volver a la parte superior de su canal.
Todo depende de lo que suceda con las negociaciones comerciales. E incluso entonces, no podemos saber cómo reaccionará el mercado. Hemos observado repetidamente en el pasado que el dólar a veces sube tanto por su estatus de refugio seguro —vinculado a los bonos del Tesoro— como junto con el interés por el riesgo. Lo único que podemos hacer es seguir de cerca el equilibrio de la oferta y la demanda en relación con el gráfico.
Estrategias de trading
Los traders conservadores esperarán una resolución clara de la cuestión comercial antes de posicionarse en largo, con una acumulación por encima de 98,50, o para una caída por debajo del valle del 25 de julio, registrado en 95,84, antes de posicionarse en corto.
Los traders moderados pueden confiar en un cierre por debajo de los mínimos de julio registrados en 96,65 antes de posicionarse en corto y un cierre por encima de 97,50 antes de posicionarse en largo.
Los traders agresivos podrían posicionarse en largo a contracorriente, aprovechando una orden de minimización de pérdidas ajustada por debajo, con un potencial al alza hacia la parte superior del canal, o al menos hacia el banderín, en caso de que éste se mantenga.
Ejemplo de operación - Posición larga
Entrada: 97,00
Orden de minimización de pérdidas: 96,90
Riesgo: 10 pips
Objetivo: 97,50
Recompensa: 50 pips
Relación riesgo-recompensa: 1:5