La solidez de la actividad económica, el mercado laboral y la inflación son un claro respaldo a la decisión de la Reserva Federal de mantener los tipos de interés. La firme postura de los funcionarios podría interpretarse como un mensaje al presidente Trump, dejando claro que no cederán a sus presiones. Esto indica que solo un debilitamiento claro de los datos impulsará nuevas medidas. Es de prever que esto ocurrirá tarde o temprano, pero no antes de junio.
- ¿Cómo invertir con éxito en este escenario volátil? Averígüelo con InvestingPro. ¡Por menos de 9 euros al mes!: Haga clic aquí y revise las métricas clave como el Valor Razonable asignado a partir de más de una decena de modelos financieros, la salud financiera de la empresa y las perspectivas de los analistas.
La Reserva Federal mantiene los tipos en el 4,25-4,5%.
La Reserva Federal no ha ofrecido sorpresas en su reunión de hoy, donde decidió por unanimidad mantener el objetivo de los tipos de interés en el 4,25-4,5%. Tras recortar 100 puntos básicos en los últimos cuatro meses de 2024, la Fed ya había expresado su intención de tomarse un tiempo para evaluar el impacto de sus medidas y obtener mayor claridad sobre cómo el impulso político del presidente Trump podría influir en la economía.
Dicho esto, dentro de la declaración adjunta se observa un cambio en el lenguaje de línea dura, lo que sugiere que será necesario ver un ablandamiento claro en los datos para que consideren más recortes en los tipos de interés. Aunque se repite que la expansión económica sigue siendo "sólida", se ha eliminado el comentario sobre el progreso de la inflación hacia el objetivo del 2%, limitándose a señalar que "la inflación sigue siendo algo elevada", aunque en la conferencia de prensa el presidente Powell restó importancia a este hecho. También mencionan que el desempleo se ha "estabilizado" y que las condiciones del mercado laboral son "sólidas", a diferencia de diciembre, cuando indicaron que las condiciones laborales se habían "suavizado en general".
Tipo de los fondos federales objetivo y expectativas del mercado.
Fuente: Macrobond, Bloomberg, ING (AS:INGA)
El presidente Trump quiere tipos de interés más bajos
No cabe duda de que la Reserva Federal se verá sometida a las críticas del presidente Trump, quien la semana pasada afirmó en el Foro Económico Mundial de Davos que "con la caída de los precios del petróleo, exigiré una reducción inmediata de los tipos de interés, y lo mismo debería ocurrir a nivel global". La Reserva Federal, bajo la dirección de Jay Powell, cuyo mandato concluye el próximo año, solo tomará medidas si estas son congruentes con su mandato.
Las previsiones de diciembre apuntan a una posible reducción de los tipos de interés, con dos recortes previstos para este año. Sin embargo, es probable que la Reserva Federal esté tomando en cuenta el impulso político de Donald Trump, cuyo enfoque en los recortes fiscales y la disminución de regulaciones debería respaldar el crecimiento económico, mientras que las políticas de aranceles y restricciones migratorias podrían generar presiones inflacionarias. Con los datos del PIB que se esperan para mañana, que indican un crecimiento económico del 2,8% el año pasado, un desempleo ligeramente superior al 4% y una inflación subyacente cercana al 3%, parece que la Reserva Federal optará por una pausa en su política durante los próximos meses. Así lo reiteró el presidente Powell en la rueda de prensa, señalando que "no hay necesidad de apresurarnos a ajustar nuestra política monetaria".
La Reserva Federal adoptará enfoques más progresivos y medidos
Nuestra previsión inicial contemplaba tres recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal en 2025, programados para los meses de marzo, junio y septiembre. Sin embargo, estos recortes dependían en gran medida de las políticas del presidente Trump y de cómo evolucionaran los datos económicos. A pesar de ello, seguimos siendo optimistas sobre una mayor moderación de la inflación anual en los próximos meses, impulsada por la desaceleración en el aumento de los costos de la vivienda. Además, anticipamos que las revisiones de las nóminas del próximo mes reflejarán una creación de empleo más débil de lo que se informó inicialmente.
No obstante, con la amenaza de Trump de imponer aranceles del 25% a México y Canadá y del 10% a China a partir de este fin de semana, la situación podría cambiar rápidamente. Como Powell reconoció, "no sabemos qué ocurrirá con los aranceles, la inmigración, la política fiscal o la política regulatoria". En este contexto de cautela renovada por parte de la Reserva Federal, hemos ajustado nuestra previsión, adoptando una senda más gradual en los recortes de tipos: dos reducciones de 25 puntos básicos en la segunda mitad de 2025 y un nuevo recorte de 25 puntos básicos a principios de 2026. Reconocemos, sin embargo, que el abanico de posibles resultados se está ampliando significativamente.
Los bonos del Tesoro reaccionan a la expectativa de recortes de tipos, mientras que el fin de la reducción del balance (QT) aún no genera preocupación
Está claro que la inflación sigue siendo un desafío para la Reserva Federal. Aunque ya no es tan grave como antes, no se puede considerar completamente resuelto. Los bonos del Tesoro comparten esta visión desde hace varios meses. Con una inflación del 3%, esta es la base para que el tipo de los fondos no vuelva a bajar a su nivel neutral (3%) y para que el rendimiento del bono a 10 años se mantenga por encima del 4,5%. La reacción de los bonos del Tesoro es negativa debido a esto. Sin embargo, aún no estamos totalmente convencidos de que esto marque el inicio de la reanudación de un mercado bajista, ya que esta semana se publicará el informe sobre la inflación PCE. Lo preocupante sería que la Reserva Federal ya haya anticipado este informe y tal vez no lo reciba con entusiasmo. Si eso ocurre, no sería positivo para los bonos del Tesoro.
En cuanto al probable fin de la QT a mediados de año (según nuestra opinión), la breve declaración del FOMC optó por no mencionarlo. Tal vez no sea una prioridad para ellos en este momento, pero sin duda habrán discutido el tema. La cuestión clave aquí es el exceso de liquidez (que definimos como las reservas bancarias más los saldos de repos a la inversa). Es probable que este exceso alcance niveles que la Reserva Federal preferiría no reducir a partir de mediados de 2025, en parte dependiendo de cómo evolucione la situación del techo de deuda. La cifra clave son los 3 billones de dólares en reservas bancarias, que representan alrededor del 10% del PIB. Actualmente, nos encontramos en 3,3 billones de dólares. Sin embargo, con un QT de 60.000 millones de dólares al mes, la continuación de este proceso reduciría las reservas en términos netos. La Reserva Federal probablemente querrá poner fin al QT antes de que la situación se vuelva demasiado tensa.
Es evidente, sin embargo, que la Reserva Federal no quería generar un gran revuelo respecto al final de la QT, ya que es un proceso inevitable. Más bien, la decisión de "mantener todo sin cambios" parece estar eclipsada por la persistencia de la inflación, aunque al final se suaviza con la intervención, como siempre tranquila, del presidente Powell.
El dólar recibe un breve impulso
Tras la declaración ligeramente alcista del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), la dirección del dólar estadounidense ha seguido el mismo patrón que el mercado de tipos del dólar, registrando una leve subida. No obstante, esto no se puede comparar en absoluto con el gran giro de diciembre en la comunicación y las proyecciones de la Reserva Federal, que impulsaron al DXY índice del dólar hasta alcanzar un máximo de 110 a principios de enero. De hecho, esas modestas ganancias del dólar han sido fugaces hoy.
En su lugar, el mercado de divisas probablemente prestará más atención a la publicación del viernes de la inflación subyacente del PCE de diciembre, y mucho más a si el fin de semana la administración Trump decide continuar con las amenazas de imponer aranceles a Canadá, México y China.
En particular, en su Informe de Política Monetaria publicado hoy, el Banco de Canadá ha tratado de modelar el impacto de un arancel estadounidense del 25% sobre todos los bienes canadienses, así como de los aranceles canadienses de represalia por la misma cantidad. La conclusión es que el crecimiento canadiense se situaría un 2,5% por debajo de las previsiones de referencia en el primer año, mientras que el impacto inflacionario elevaría el IPC un 1% por encima de las previsiones de referencia en el tercer año.
Es importante señalar que otro artículo de investigación publicado en la misma revista estima que, del 7% de aumento registrado en el par USD/CAD desde octubre, el 6% se debe a la prima de riesgo. En otras palabras, y estamos de acuerdo, la amenaza de aranceles ha sido uno de los principales impulsores de los tipos de cambio y probablemente seguirá siéndolo mientras los mercados de divisas esperen la evolución del comercio este fin de semana. Y si no es este fin de semana, la incertidumbre en torno a los resultados de una importante revisión comercial de EE. UU. en abril parece que mantendrá la presión sobre el dólar en los próximos meses.
En resumen, los aranceles y no los diferenciales de tipos son ahora el principal motor de las divisas. Sin embargo, una Reserva Federal ligeramente más agresiva podría favorecer a un mercado que actualmente está sobreponderado frente al dólar.
Descargo de responsabilidad: Esta publicación ha sido elaborada por ING exclusivamente con fines informativos, sin tener en cuenta los medios, la situación financiera ni los objetivos de inversión de cada usuario. La información proporcionada no debe interpretarse como una recomendación de inversión, ni como asesoramiento de inversión, legal o fiscal, ni como una oferta o solicitud de compra o venta de ningún instrumento financiero. Leer más