El precio del platino, el metal precioso comúnmente utilizado en convertidores catalíticos que ayudan a limitar las emisiones de los motores automáticos, lleva fluctuando salvajemente más de una semana. El 16 de febrero el metal, que hasta hace poco iba a la zaga de otros metales preciosos, superó los 1.300 dólares por onza, por primera vez desde septiembre de 2014.
La subida del platino ha sido impulsada principalmente por el nuevo punto de vista de que la demanda del metal precioso va a acelerarse, ya que la Administración Biden podría promulgar regulaciones más estrictas sobre las emisiones que limitan la contaminación de los vehículos a medida que gana fuelle la recuperación económica de Estados Unidos. Un resultado de impacto sería una oferta más escasa de platino al aumentar la demanda de esta mercancía esencial por parte de los fabricantes de automóviles.
Otra razón para la volatilidad de los precios: el platino se considera cada vez más una opción alternativa de refugio seguro con la que almacenar valor, así como una cobertura contra la inflación, después de que la subida de los precios del oro el año pasado flaqueara y se desvaneciera. Los técnicos, aunque no son tan sencillos, refuerzan la visión fundamental de que se avecina otra subida de los precios del platino.
Creemos que el rango desde la semana pasada es, o bien una bandera, o un banderín descendente. Ambos son igualmente alcistas y tienen la misma dinámica. Se producen después de un movimiento brusco y se espera que sean patrones de continuación.
La psicología detrás de las operaciones actuales es que los primeros alcistas, que disfrutaron de un aumento de casi 25% del valor durante las dos semanas entre el 4 y el 16 de febrero, ahora están recogiendo beneficios, mientras que los nuevos alcistas —molestos por perderse la primera jugada— ahora reconocen el patrón como alcista y tienen la esperanza de una repetición que les permita también obtener beneficios.
El repunte al alza demuestra que la demanda absorbió toda la oferta disponible dentro del patrón, y luego se aventuró por encima del rango para seguir consumiéndose. Esto indica otra etapa al alza, mientras los compradores muestran su mano e indican que quieren más.
Además, un repunte tiende a establecer una reacción en cadena, incluyendo la cobertura corta, la activación de posiciones cortas y el reconocimiento de la tendencia alcista continuada por aquéllos que anteriormente permanecían al margen a la espera.
Otro signo de que este patrón es significativo proviene de su ubicación en el gráfico. Se desarrolló justo en la parte superior de un canal ascendente desde los mínimos de marzo. Eso encaja con el rompecabezas de un mercado que está tratando de romper un nivel de resistencia, una línea de tendencia que ha rastreado el ángulo donde la venta superó a la compra.
En esta dinámica, la bandera/banderín es la versión bursátil de un tirachinas. La tendencia tiene que cobrar impulso para superar la barrera del bastión bajista. Una vez lo consigue, eso cambia las perspectivas, convirtiendo la resistencia en soporte, que también "apoya" la afirmación anterior de las secuelas de un repunte de una bandera/banderín.
Éste puede ser un buen momento para recordar a los lectores que el precio está luchando contra la parte superior de un canal ascendente, lo que significa que no está tan caro que vaya a desencadenarse. Perfectamente podría volver a probar el fondo del canal ascendente.
Este patrón es dinámico, lo que explica las recientes fluctuaciones que mencionábamos anteriormente. Es por eso que es difícil determinar las líneas de tendencia correctas.
¿Es una bandera descendente, a lo largo de la línea de fondo negra sólida o la línea roja de puntos? ¿O es un banderín, junto a la línea negra de puntos? No estamos seguros. Es por eso que el análisis gráfico es subjetivo, lo que ha constituido la principal crítica de la disciplina. Eso, sin embargo, es lo que también distingue a un maestro de un principiante. Dado que no hay un manual de reglas, la habilidad debe adquirirse cuidadosamente a través de mucha prueba y error.
Entonces, si los límites del patrón no son obvios, ¿cómo sabemos cuándo se completó? En realidad no lo sabemos, pero esperamos que los siguientes factores aumenten la probabilidad de una lectura correcta:
Hay que tener en cuenta que el límite superior está despejado. Ése es el que nos importa l hora de determinar un repunte al alza.
La posición de la X roja, el lugar donde la parte superior del patrón se encuentra con la parte superior del canal.
El rango está congestionado, con todos los cuerpos reales superpuestos dentro del rango; un repunte tal vez será evidente cuando eso termine, con una vela larga, despejando las otras velas dentro del rango. (Esto puede, de hecho, ser una prueba contra un banderín, pues la vela del 12 de febrero, donde comienza el supuesto fondo del banderín, no se superpone de hecho con las restantes velas).
Estrategias de trading
Los traders conservadores deberían esperar un repunte al alza que despejaría la bandera del 16 de febrero, 1.348,30 dólares, y luego esperar un movimiento de retorno que vuelva a probar la parte superior de la bandera o el canal ascendente, dependiendo de dónde comience la demanda.
Los traders moderados esperarán un repunte por encima de la cifra psicológica de 1.300 dólares, y luego esperarán un retroceso, para una mejor opción de entrada, si no para una confirmación.
Los traders agresivos podrían arriesgarse a posiciónese en largo tras un cierre por encima de la X roja, siempre que entiendan y acepten el riesgo. Huelga decir que en realidad deberían leer el artículo completo detenidamente, así como tener un plan de trading bien pensado al que ceñirse.
Lo siguiente es sólo un ejemplo:
Ejemplo de operación
- Entrada: 1.275 dólares
- Orden de minimización de pérdidas: 1.250 dólares
- Riesgo: 25 dólares
- Objetivo: 1.350 dólares
- Recompensa: 75 dólares
- Relación riesgo-recompensa: 1:3