El dólar estadounidense, tras su gran actuación de mediados de febrero, está descendiendo. Lleva bajando siete de los últimos ocho días, lastrado por los bonos del Tesoro, pues los traders dan marcha atrás en cuanto a los activos de crecimiento tras la aparentemente prudente postura de la Fed y el progreso de las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China.
¿Es éste el fin del repunte de dos dígitos registrado desde que tocara fondo en febrero de 2018? No creemos que lo sea. De hecho, se anticipa otro repunte que pondría a prueba los niveles de noviembre-diciembre-febrero de 97,50.
La próxima etapa al alza del dólar podría venir de la mano de un gran número de catalizadores. Por ejemplo, el mercado podría estar malinterpretando a la Fed. Todavía podría plantarse y hacer lo que se proponía hacer desde el principios. Después tenemos las consecuencias de las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China y la permanente guerra de aranceles contra Europa y Japón, así como la deuda de Estados Unidos. Y, por supuesto, el mercado de valores bajista que seguiría al mercado alcista más longevo de la historia, ahora en una etapa muy madura del ciclo comercial, lo que empujaría a los inversores de todo el mundo hacia los bonos del Tesoro estadounidense y el dólar.
Además de eso, los técnicos arrojan señales claras en cuanto a hacia dónde se dirigen los mercados.
El avance de ocho días consecutivos registrado este mes, seguido del descenso de la congestión, está provocando la formación de la típica bandera alcista. Si bien puede parecer contradictorio que un descenso, como en una bandera descendente, sea alcista, es exactamente lo que es.
Además, una bandera descendente, en una tendencia alcista, es más alcista que una congestión que no está en declive. Para entender por qué un descenso podría considerarse alcista, ayuda entender la dinámica del mercado dentro de una bandera descendente.
En primer lugar, se da una gran precipitación hacia el instrumento, impulsando los precios considerablemente, como ocurrió durante la subida de ocho días antes mencionada. Como es normal, los traders que han disfrutado del viaje de sus vidas comienzan a replantearse su decisión y deciden recoger beneficios y tomarse un respiro, mientras tratan de calmar sus nervios y averiguar hacia dónde se dirige ahora el mercado.
Esa recogida de beneficios es lo que provoca la caída de los precios que impulsa la bandera que sigue a un movimiento brusco, el asta de la bandera. El hecho de que los precios no se desplomen simplemente tras la subida sino que más bien encuentren respaldo indica que existe la suficiente demanda como para absorber la repentina oferta. Probablemente, esta demanda viene de los nuevos alcistas, que se castigan por haberse perdido el mejor repunte de los últimos dos años y que ahora esperan rezando por un descenso.
Si el dólar de hecho deja atrás la parte superior de la bandera, completando el patrón, pasan varias cosas, técnica y psicológicamente. Primero, los alcistas, atrapados en el lado equivocado del comercio, se apresuran a cubrirse, creando un repentino y breve repunte, impulsando aún más los precios.
En segundo lugar, los primeros alcistas que salieron se dan cuenta ahora de que aún queda, y vuelven a entrar, impulsando la demanda. Por último, los especuladores que se mantenían al margen se unen por diversión.
Hay que tener en cuenta, no obstante, que a una ruptura de la bandera a menudo le sigue un movimiento de retorno, en el cual el precio reexamina la integridad del patrón, antes de continuar con la tendencia. No olvide también que la demanda de la bandera coincide con los niveles de apoyo esperados de la línea de tendencia bajista rota desde la parte superior y las MMD 50 y 100 justo por encima de la anterior línea de escote de doble techo.
Todo esto se añade a peso de la evidencia de que debería haber una considerable demanda en estos niveles para absorber toda la oferta y repuntar por encima de la bandera.
Estrategias de trading - Preparación de posición larga
Los traders conservadores deberían esperar hasta que la tendencia alcista a corto plazo se realinee con la tendencia alcista a medio plazo, registrando nuevos máximos, por encima del pico del 14 de diciembre de 97,71.
Los traders moderados podrían posicionarse en largo con un repunte al alza con un cierre como mínimo por encima del nivel de 96,78, máximos del viernes, en la parte superior de la bandera descendente. Incluya en sus cálculos de trading el posible repunte momentáneo que sigue a una caída. O bien espere a que el precio vuelva a alcanzar el patrón o coloque su orden de minimización de pérdidas lo suficientemente lejos como para incluir tal volatilidad.
Los traders agresivos podrían comprar a voluntad, aunque los traders más pacientes podrían o bien esperar otro posible descenso —o por lo menos hasta que el precio vuelva a alcanzar los mínimos intradía registrados en 96,36— o colocar sus órdenes de minimización de pérdidas según la posibilidad de tal descenso.
Ejemplo de operación
- Entrada: 96,35
- Orden de minimización de pérdidas: 96,25
- Riesgo: 10 puntos
- Objetivo: 97,35, el punto más alto de la bandera, registrado el 15 de febrero
- Recompensa: 100 puntos
- Relación riesgo-recompensa: 1:10