El posible revuelo del Brexit en el sistema financiero en general, y en los activos del Reino Unido en particular, ha acaparado los titulares desde que el país votara a favor de abandonar la UE. Podría por lo tanto ser sorprendente la noticia de que, en lo que va de marzo, la libra es la segunda divisa de mejor rendimiento, superándola sólo el yen, considerado refugio seguro.
E incluso sería más sorprendente quizá decir que es la divisa de mejor rendimiento en lo que va de año. De hecho, la libra podría estar preparándose para un repunte al alza.
Sin duda, la libra sigue viéndose castigada por la decisión del Reino Unido sobre el Brexit. En los 31 años desde 1985 hasta junio de 2016, el nivel más bajo de la moneda ha sido 1,4000.
El fatídico referéndum celebrado el 23 de junio de 2016 hizo caer a la libra esterlina por debajo de ese nivel por primera vez en más de tres décadas. El firme nivel de soporte anterior se convirtió en nivel de resistencia. Esta reversión se puso de manifiesto a principios de 2018, cuando la libra hizo cuatro valientes intentos de librarse del nivel de resistencia de 1,4000, para sólo conseguir una revocación de doble techo y caer por debajo de 1,2500, la cota más baja registrada por la moneda desde 1985.
Desde la votación, a pesar de las idas y venidas de la libra y en medio del constante drama del Brexit, la sensación general ha sido de pesimismo. Sin embargo, la libra ha ido demostrando una resistencia única.
La divisa británica tocó fondo el 11 de diciembre, el punto de inflexión de la tendencia bajista dentro de un canal descendente. Esto enmarca una serie de picos y valles descendentes, revirtiéndose en una tendencia alcista en un canal ascendente, creando una serie de picos y valles ascendentes.
La curvatura de la reversión de la tendencia ha ido creando una formación de fondo redondeada, un patrón con un alto éxito de predicción de una reversión a largo plazo. Sin embargo, la ausencia de un nivel definitivo debido a la curvatura del patrón hace difícil afirmar que se ha tocado fondo a largo plazo.
Nuestra opción de línea de escote es el nivel de 1,3300, pues ése fue el pico definitivo de la tendencia bajista. Hay que tener en cuenta que el precio aún no ha sido capaz de permanecer por encima de ese nivel. También es interesante que la altura del fondo redondeado según nuestra línea de escote es 800 pips, casi la misma distancia entre el precio actual y el nivel de apoyo-resistencia de 31 años: 1,4000.
La libra podría conseguir un doble impulso: La afirmación de Jacob Rees-Mogg, uno de los más intransigentes partidarios del Brexit, que ha afirmado que podría estar dispuesto a respaldar el acuerdo de Theresa May, podría aumentar la demanda de la divisa. Por otra parte, el reciente y brusco cambio de la Fed a una postura más acomodaticia —agravado por las declaraciones de Stephen Moore, el candidato del presidente Donald Trump para el escaño libre de la junta de Fed, que dijo al New York Times que la Fed debería inmediatamente recortar los tipos de interés en 50 puntos básicos—, tras la primera reversión de la curva de rendimiento desde 2007, podría reducir la popularidad del dólar.
Ahora que el Parlamento británico se ha hecho con el control del Brexit, se elimina el conflicto con Theresa May, lo que podría llevar cierta estabilidad a un mercado incierto, provocando un repunte de la libra por lo menos lo bastante pronunciado como para volver a probar el nivel psicológico de 1,4000.