Por Pinchas Cohen
Los traders de dólar recibieron ayer la mejor noticia económica en mucho tiempo, cuando el PIB del segundo trimestre de Estados Unidos indicó que la economía ha crecido un 3,0%, su ritmo más rápido en dos años, superando el 2,7% previsto. Sin embargo, los inversores han demostrado este año que son muy sensibles al riesgo político. A diferencia de los traders de acciones, que se ven menos afectados por la agitación política, el billete verde sigue viéndose muy amenazado por la falta de unidad en la Administración de Estados Unidos.
La última incertidumbre que pesa sobre el dólar es la de la posibilidad de una acción militar en Corea del Norte. El presidente de Estados Unidos Donald, Donald Trump, ha dicho que todas las opciones están sobre la mesa para contener la belicosa postura de Pyongyang, aunque también ha tuiteado que hablar no es la solución. En cambio, su secretario de Defensa, James Mattis, y su mayor cargo diplomático, el secretario de Estado, Rex Tillerson, siguen buscando alternativas diplomáticas.
Aunque los inversores en el dólar pueden tomarse como un premio de consolación que dos de los ministros más importante de Trump lo mantengan bajo control, la evidente incapacidad del Gobierno para ponerse de acuerdo en cuanto a su actuación podría provocar un nivel ilimitado de incertidumbre. Por lo tanto, los únicos traders que deberían estar contentos con el repunte del 1,62% del precio tras registrar el martes su cota más baja desde el 15 de enero de 2015 son, irónicamente, los bajistas, ya que les permite un mejor punto de entrada para un posicionamiento en corto.
Sin tocar suelo todavía
Que se haya observado una reversión el martes no significa que se haya tocado suelo. Más bien es simplemente un movimiento de retroceso para volver a examinar la bandera bajista que se está izando, rematada con el desplome del viernes pasado.
El dólar repuntó saliéndose de su tendencia estable el pasado 14 de julio, comenzando otra racha a la baja en la que se dejó un 3,40% o 325 puntos. Ese movimiento marca "el mástil" del último patrón de continuación, la bandera que se iza. La bandera es un período de consolidación, en la que los inversores "toman un respiro" después de un movimiento brusco.
Los inversores que han ganado un montón de dinero, hacen caja, mientras que los nuevos inversores —atraídos por el fuerte movimiento— quieren unirse, con la esperanza de obtener beneficios. Cuando el precio de un activo financiero registra un movimiento significativo, una reversión o consolidación proporciona la oportunidad de entrar a los nuevos inversores. Esto se considera importante para la sostenibilidad de dicho movimiento. Cuanto más cambie un precio, más beneficios obtendrán los inversores que hayan actuado en consecuencia y más aumentarán las expectativas de una recogida de beneficios, lo que naturalmente provocaría una reversión o consolidación del precio.
Por lo tanto, en cuanto los "inversores cansados" abandonen las operaciones, lo normal es que los traders nuevos, que acaban de incorporarse a la consolidación o reversión, también quieran sacar provecho. Así, no abandonarían sus posiciones sino que se aguantarían esperando ese beneficio, permitiendo el siguiente repunte.
La razón por la que una consolidación proporciona una mayor probabilidad de continuación de la tendencia anterior es que muestra un número aproximadamente igual de nuevos traders que los que se van que son los que harán posible la siguiente etapa. Una corrección muestra más inversores en el lado de la reversión que en el lado de la tendencia original, razón por la cual el precio se mueve en dirección opuesta a la tendencia. De este modo, una corrección puede convertirse en una reversión.
Además, algunos inversores pueden pensar que el precio ha llegado demasiado lejos, demasiado rápido y están esperando a ver hacia dónde sopla el viento luego.
El repunte provoca órdenes de minimización de pérdidas por parte de los traders a los que no ha favorecido la operación y les obliga a cancelar sus operaciones de riesgo. Esto impulsa el precio en el momento del repunte, en la dirección de la tendencia antes de su interrupción. El primer movimiento invita a invertir más en esa dirección, comenzando el impulso de esa tendencia.
El punto de arranque de la bandera fue 93,20, tres puntos por encima de la lectura de hoy a las 10:47 horas (CET), mientras que un movimiento de retorno tiene el potencial para devolver la tendencia a su punto más bajo, en 93,36 ahora mismo y subiendo.
Estrategias de negociación
Los traders conservadores esperarán un movimiento de retorno completo, hasta que realmente alcance la tendencia (que puede ser hasta 93,50) y confirme su resistencia.
Los traders moderados esperarán en corto, ya sea a un movimiento de retorno completo, hasta que el precio alcance la tendencia, o por lo menos hasta una confirmación de la resistencia con un descenso. Tal confirmación sería un cierre por debajo del nivel clave de 93,00.
Los traders agresivos quedarán satisfechos con la corrección del 1,62% y confiarán en su proximidad al nivel de precio de arranque y la línea de tendencia bajista a corto plazo del 16 de agosto (línea de puntos roja) y entrar ahora, y se posicionarán en corto con una orden de minimización de pérdidas en algún punto entre 93,50 y 94,14, que son los máximos del 15 y el 16 de agosto. (Aunque es poco probable no obstante que el precio vuelva a llegar tan alto).
Los traders muy agresivos podrían posicionarse en largo, esperando una corrección continua hasta que el precio alcance la tendencia ante las excepcionales noticias económicas de ayer junto con la ausencia de más riesgo geopolítico. Luego, al alcanzar la tendencia o indicar una resistencia, se posicionarían en corto en cuanto al dólar según las especificaciones anteriores.
Los traders amateurs se emocionarían y entrarían de lleno sin un plan. No están siendo agresivos, son jugadores de apuestas. Sin embargo, nadie da duros por cuatro pesetas y no hay una forma rápida y fácil de ganar dinero legal y moralmente. El trading requiere mucho esfuerzo sólo se gana lo que se está dispuesto a arriesgar.
Objetivos de precio
El precio objetivo mínimo es la longitud del mástil de la bandera, que es el movimiento anterior desde máximos del 14 de julio en 95,83 hasta mínimos del 2 de agosto en 92,55, lo que supone el esperado movimiento de 328 puntos con respecto al nivel de 93,25 registrado en el momento del repunte, con el objetivo de precio en 89,97. Sin embargo, con todo el respeto al precio objetivo, los inversores deberían tener en cuenta otros factores que podrían afectar a la oferta y la demanda.
En primer lugar, el nivel de 90,00 debería proporcionar un fuerte apoyo, ya que muchos traders esperan que haya alguno. Como unos traders quieren vencer a otros, el apoyo podría elevarse incluso por encima de 90,00. Esta profecía autocumplida atraería mucha demanda, respaldando el precio.
En segundo lugar, los traders deberían ser conscientes de que, mientras que el descenso del martes entró por primera vez en un rango de operación de dos años, no consiguió cerrar por debajo del mismo. Eso demuestra la demanda. El primer reto estaría en 91,62, mínimo del martes. Dependiendo del punto de entrada, habrá que calcular la posible recompensa y sopesarla con el riesgo aceptable, es decir, sonde se encuentra nuestra orden de minimización de pérdidas.
Si nuestro punto de entrada está en 93,20 y su objetivo es 91,62, son 158 puntos. El riesgo, por lo tanto, no debería ser más de un tercio, 52 puntos por encima de 93,20, en 93,72, lo que debería amortiguar una caída en caso de un movimiento de retorno más completo.