Ayer, señalamos que, basándonos en los datos fundamentales, gold debería haberse debilitado después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, expusiera un argumento claro y contundente para endurecer la política monetaria. Sin embargo, como demostramos en esa publicación, desde una perspectiva técnica el metal amarillo probablemente apunte más alto.
Al igual que en el caso del metal precioso, la respuesta relativamente silenciosa del dólar estadounidense a los comentarios posiblemente más endurecedores en la memoria reciente del jefe de la Fed fue sorprendente.
Además, los activos más seguros, como el oro y el dólar, se han tambaleado. Ambos activos están siendo azotados por los titulares sobre la nueva variante de COVID-19, Ómicron. Dado que aún se desconocen muchas cosas sobre la nueva cepa de COVID, cada noticia negativa o positiva hace que los mercados bajen o suban en consecuencia.
Durante la jornada del miércoles, los inversionistas parecieron centrarse en los riesgos de Ómicron, lo que provocó una huida hacia los refugios. Hoy, sin embargo, las noticias han sido buenas.
GlaxoSmithKline (LON:GSK) dijo que su tratamiento de anticuerpos contra el virus general también demostró su eficacia frente a la nueva cepa en las pruebas iniciales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó de que es probable que las vacunas actuales protejan contra los casos graves de la variante. Además, el director médico de Australia dijo que no hay indicios de que Ómicron sea más mortal que las cepas anteriores.
En consecuencia, dada la falta de inmutabilidad de la información relacionada con la variante Ómicron, los operadores han empezado a centrarse en la política monetaria, lo que les está permitiendo reposicionar sus operaciones con una certeza quizá algo mayor. En este sentido, se puede argumentar a favor de la fortaleza del billete verde en detrimento del metal amarillo.
A continuación se muestra la falta de dirección actual en el gráfico del dólar:
Dólar diario
El dólar estadounidense avanzó un 3% en dos semanas, lo que llevó a la divisa a un máximo de 17 meses en la subida más rápida del año. Después de un movimiento tan decisivo, los operadores tomaron ganancias y esperaron a ver qué pasaba después.
Ese movimiento podría describir un asta de la bandera, lo que llevó al rango de descenso desde entonces. Sin embargo, si los riesgos de Ómicron comienzan a eclipsar las decisiones de política monetaria, los inversionistas podrían rotar su capital del dólar (y de los activos denominados en dólares) al oro, como se describe en la publicación de ayer.
En tal escenario, el dólar podría caer por debajo de 95.90, completando un pequeño tope hombro-cabeza-hombro (H&S). Eso provocaría el impulso para un tramo a la baja.
Pero fíjense en el "escenario" del gráfico. Este punto de inflexión para el dólar, una encrucijada si se quiere, se produce en la parte superior de un canal ascendente, lo que explica la psicología del desarrollo del patrón actual.
Los alcistas necesitarían una bandera para crear el impulso necesario para liberarse del lento ascenso. Por el contrario, los bajistas necesitarían la dinámica del H&S para invertir el movimiento de avance del dólar e ir en contra de la tendencia alcista a largo plazo.
Esta indecisión indica por qué es esencial en el trading técnico esperar hasta que un patrón esté completo, con una ruptura decisiva, filtrando los latigazos y sus trampas alcistas y bajistas.
Veamos ahora los indicadores en busca de pistas adicionales. Mientras que el promedio móvil de convergencia-divergencia (MACD) -un indicador rezagado que compara los diferentes promedios de precios- muestra debilidad, el RSI -un indicador adelantado basado en el impulso- se desploma. Por último, el ROC, un indicador de impulso aún más sensible, ya ha caído y podría frenarse antes de repuntar.
A través de los indicadores anteriores vemos todas las diferentes perspectivas matemáticas del movimiento actual, proporcionando las condiciones para cualquier cosa que capture la narrativa del mercado a continuación.
Estrategias de operación
Los operadores conservadores deberían esperar a que el dólar caiga a la parte inferior del canal o haga nuevos máximos para una posición larga. En el caso de una vuelta al fondo del canal, esperarían pruebas de acumulación, y si el precio sigue al alza, deberían esperar un movimiento de vuelta y señales de demanda relacionadas.
Los operadores moderados se conformarían con una ruptura en cualquier dirección y un movimiento de retorno para una entrada más cercana, pero no necesariamente para una confirmación adicional.
Los operadores agresivos podrían actuar en la propia ruptura. La gestión del dinero es fundamental. He aquí un ejemplo para cada escenario:
Posición larga agresiva
- Entrada: 96.50
- Stop-Loss: 96.00
- Riesgo: 50 pips
- Objetivo: 98.00
- Recompensa: 150 pips
- Ratioriesgo-recompensa: 1:3
Posición corta agresiva
- Entrada: 95.50
- Stop-Loss: 96.00
- Riesgo: 50 pips
- Objetivo: 94.00
- Recompensa: 150 pips
- Ratio riesgo-recompensa: 1:3