Desde hace tres semanas hemos estado discutiendo el "enigma" de la inflación del mercado, la cuestión de si el aumento de la inflación ayudará u obstaculizará el crecimiento económico. La última versión de la narrativa, exacerbada por la subida de los precios del petróleo, nos dice que la inflación podría interponerse en el camino de una recuperación sustancial, mientras los países salen del confinamiento gracias a las vacunas.
Nosotros, sin embargo, hemos desafiado esta conclusión, basándonos en una visión más matizada de la actividad reciente del mercado. Reconocemos que incluso durante cualquier pausa de la venta masiva, los inversores siguieron abandonando las acciones de crecimiento como las de las grandes tecnológicas, cuya valoración se disparó durante la pandemia, y recurrieron en su lugar a los sectores de valor, que se vieron sometidos a una gran presión a través de confinamientos y restricciones sociales.
Ayer, hacíamos una valoración bajista del NASDAQ 100 de tecnológicas, el índice que incluye algunas de las acciones tecnológicas más selectas y de megacapitalización. Hoy ofrecemos una versión alcista de las maltrechas acciones de una empresa del sector de viajes, Southwest Airlines Company (NYSE:LUV), cuya fortuna podría decirse que personifica el estado actual de las acciones de valor.
A diferencia del mercado en general, que tocó fondo en marzo y luego repuntó, Southwest Airlines Company (NYSE:LUV)no logró comenzar a recuperarse hasta mayo, tras haber alcanzado su nivel más bajo desde enero de 2014. Es lógico que, si los aviones no tienen pasajeros, la compañía no se beneficie. Así, el precio no se recuperó hasta que encontró apoyo en los máximos antes de la crisis dotcom.
Desde entonces, las acciones han estado subiendo lentamente, pero se han apuntado un alza del 38% desde que tocaran fondo. El S&P 500 ha repuntado hasta un 80% en el mismo período, más del doble que las acciones de Southwest Airlines Company (NYSE:LUV). Pero mientras que el índice de referencia cayó casi un 6% desde sus máximos del 16 de febrero, ha subido poco más de un 3% en lo que va de año. En comparación, LUV, que cerró ayer en 60,55 dólares, su nivel más alto desde octubre de 2018, ha subido poco más de un 34% desde el inicio del año.
Por lo tanto, mientras que el mercado en general está ahora en una recesión, Southwest Airlines Company (NYSE:LUV) está alzando el vuelo, y ha agotado sólo la mitad del movimiento de repunte en comparación con el mercado en general.
Las acciones han proporcionado un repunte al alza de una bandera descendente, alcista tras un salto del 7,5% en sólo cuatro días. Eso ha supuesto un repunte al alza de un patrón de continuación anterior, un banderín. Hay que observar cómo los mínimos del viernes han encontrado apoyo precisamente al nivel del repunte del banderín.
La bandera se inclinó a la baja a medida que los inversores recogían beneficios tras las repentinas y pronunciadas ganancias. La bandera se desarrolló después de que el precio cruzara la línea de tendencia bajista desde sus máximos históricos registrados en diciembre de 2017.
El fondo de la bandera y el extremo mínimo del viernes, un potente martillo, se desarrollaron justo por encima de esa línea descendente a largo plazo, demostrando una reversión del equilibrio entre la oferta y la demanda. El hecho de que el precio haya superado la línea de tendencia bajista podría envalentonar aún más a los alcistas.
Estrategias de trading
Los traders conservadores deberían esperar a que el precio vuelva a probar la integridad de la bandera.
Los traders moderados esperarán una caída para una mejor opción de entrada, si no fuera por la evidencia del nivel de apoyo.
Los traders agresivos podrían posicionarse en largo a voluntad, siempre que entiendan y acepten el riesgo añadido. Sólo deben hacerlo después de redactar un plan de trading coherente que se comprometan a seguir.
Lo siguiente es sólo un ejemplo.
Ejemplo de operación
- Entrada: 59 dólares
- Orden de minimización de pérdidas: 57 dólares
- Riesgo: 2 dólares
- Objetivo: 65 dólares
- Recompensa: 6 dólares
- Relación riesgo-recompensa: 1:3