En su reunión de política monetaria de este próximo jueves, 14 de septiembre, se espera que el Banco Nacional de Suiza (BNS) no tome ninguna medida significativa, lo que mantendrá al euro en su tendencia alcista frente al franco. El alza del EUR/CHF ha sido templada por las amenazas nucleares de Corea del Norte, que impulsan los inversores al refugio del CHF, pero a medida que se desvanece la historia de Corea y los bancos centrales se desplazan hacia la normalización, el carry trade negativo del CHF pesa sobre su valor de divisa, impulsando de este modo al euro.
Esta es una buena noticia para los exportadores de Suiza, que han sufrido bajo la remontada del franco. También es un regalo del cielo para los sectores de la banca, los seguros y las pensiones del país, que han sido atormentados por los tipos de interés negativas que se introdujeron para sofocar la subida de la divisa helvética. El BNS se resiste a echar a perder algo de ese alivio, por lo que el jueves se sentarán tranquilamente con sus manos juntas, y no se espera ninguna postura de línea dura en absoluto.
En el fondo, se observa una mejora marginal en los indicadores fundamentales de Suiza. La inflación de agosto aumentó un 0,50 % interanual. Los precios de importación más altos (debido a un débil CHF) fueron un golpe para los sectores de la vivienda, la energía, y el transporte, mientras que otros sectores se siguen desinflando. Las perspectivas económicas son mediocres. El pronóstico económico de julio del KoF (Instituto de Investigación Económica) era sólido, pero el crecimiento del PIB del segundo trimestre del 0,3 % estuvo por debajo del 0,5% esperado.