Hace pocos días escuché que un banco danés estaba empezando a comercializar hipotecas a tipos de interés negativos. Al escucharlo algo retumbo en mi cabeza, algo no funciona bien, pero como todo en la economía tiene su explicación, la cual solemos encontrar cuando ya es demasiado tarde. Hay una posible explicación que podría dar luz a este sin sentido y hoy quiero compartirla con vosotros.
No hace falta irse muy lejos para ver tipos de interés negativos, ya lo podemos ver en los bonos de algunos países de la unión europea. Pides prestado 1.000 euros y devuelves 950 euros, ni Cofidís en el Black Friday. No hay lógica aparente para descubrir cómo es posible que gane dinero el prestamista en esta situación.
Cuando alguien pide prestado es porque necesita ese dinero, se lo pide a otra persona o entidad que se lo presta a cambio del capital inicial más unos intereses, intereses a cambio de no poder tomar parte de ese dinero durante el tiempo que lo da prestado.
¿Cómo podemos explicar entonces que alguien esté dispuesto a prestar una cantidad y recibir menos de lo prestado? Pues como toda locura incoherente, mediante la especulación.
Está calando fuertemente en la mente de la sociedad que los tipos de interés se mantendrán excesivamente bajos, incluso negativos, durante un periodo larguísimo de tiempo. Al principio, muy pocos creían que esto sucedería, la mayoría pensaba que sería algo pasajero y que pronto volverían a subir. Pero eso fue al principio, bajada tras bajada la nueva percepción de los tipos de interés va calando en la mente de las personas. Y se empieza a escuchar la frase que precede a toda crisis, se acuerdan de “los pisos nunca dejarán de subir”, tenemos la versión 2.0 “los tipos de interés no dejarán de bajar”.
Bajo esta premisa, se permite prestar dinero, aunque se reciba menos, total los tipos van a seguir bajando, si hoy el bono está a –0,5% en unos meses estará a –1%, vendo deshago mi posición y gano dinero. Creo que es la explicación por la que se está comercializando la renta fija a estos tipos. Especulación pura y dura.
Los bancos se permiten dar hipotecas a tipo fijo cerca del 1,5% porque tendrán la intención de comercializar esa deuda posteriormente, cuando los tipos continúen bajando. Mediante planes de pensiones “seguros” de renta fija o fondos de inversión “seguros”.
Me recuerda al colapso de Lehman Brothers, juntaban innumerables hipotecas creaban deudas megalómanas y las comercializaban con un rating por encima del verdadero riesgo de impago de esas deudas. Se especulaba con derivados de fondos de inversión de esas deudas y todo crecía y crecía y crecía, hasta que la burbuja se pinchó y todo era aire. Pura especulación, sobrevaloración del activo principal, que arrastró consigo a toda la estructura financiera.
Esta misma situación se puede dar ahora, conglomerando deuda de hipotecas y comercializándola más tarde en su conjunto cuando los tipos sigan bajando. Evidentemente un banco no gana nada con los intereses de una hipoteca al 1,5% en 30 años. Pero si en un año las hipotecas se encuentran al 0,5% ese diferencial del 1% lo habrán podido ganar en tan solo un año. No es mal negocio.
Hasta que la burbuja de la renta fija explote y posiblemente todo el sistema financiero vuelva a entrar en colapso.
Mientras tanto, los gobiernos continúan encantados de endeudarse a tipos negativos para poder seguir manteniendo el “sistema de bienestar”. Cuando todo estalle el político que decidió seguir esta política económica ya no estará en primera línea y solo podremos verle en alguna playa paradisíaca. Quien intente solucionar el problema es quien se llevará los abucheos.
Nadie sabe cuándo estallará, ni cual será la chispa que desencadene el pánico, ni seguramente haya una salida a toda esta situación en la que ya hemos entrado en bucle. Quizás la única solución al problema sea que todo explote y limpie todo lo que tenga que limpiar. Que dios reparta suerte.