Se viven horas decisivas en Estados Unidos, puntualmente en el Congreso, donde se define la posibilidad de que la primera economía del mundo entre en default.
Esta circunstancia, que parece poco menos que increíble y que nadie podría imaginar coherentemente, se vive por culpa de los dos partidos políticos dominantes, que están literalmente jugando con la economía del mundo por caprichos y conflictos internos.
Hasta el momento, el llamado "shutdown" afectó a la economía en términos domésticos, con gran cantidad de dependencias estatales cerradas y miles de personas afectadas en su trabajo. Pero el problema amenaza con estallar a nivel mundial si los políticos no llegan a un acuerdo, haciendo que la infinita cantidad de bonos del Tesoro repartidos por todas partes, y vistos desde siempre como los instrumentos más seguros ante cualquier situación de crisis, dejaran de tener valor.
Como dijo Paul Krugman días atrás, nadie sabe que puede suceder en ese caso, y sería mejor no tener que llegar a saberlo. Pero sí uno se pregunta que pensarán los financistas de la fiesta de bonos americanos, comenzando con China y Japón, tenedores de la mayor parte de la deuda, cuando ve que la misma puede dejar de tener, aunque sea por horas, valor alguno.
Los mercados buscan signos de optimismo en cada actitud del gobierno de Obama, y de los díscolos e irresponsables políticos que componen el Congreso (apropósito, amigo lector, Usted pensaba que los de su país son los peores? Vio que siempre hay alguno que los supera?)
Ahora mismo, la posibilidad de que el Senado, con tendencia demócrata, apruebe el plan del gobierno, le está dando fuerza al dólar, pero no se cuenta con que la Cámara de Representantes, de color republicano, no lo hará, a menos que Obama ceda en su programa de asistencia de salud.
No hay muchos motivos para pensar que esta vez sí la Cámara baja cambiará su comportamiento, salvo el hecho de saberse culpable de un descalabro económico y financiero a nivel global, que dejaría a la quiebra de Lehman Brothers como un hecho menor al lado de lo que podría ocurrir.
Esta situación, anómala, atípica, extraña, se refleja en el errático comportamiento de las divisas que, como queda dicho, por el momento pierden su contienda ante el dólar, con el euro cayendo casi 100 puntos desde su máximo del día, y con la libra Esterlina tomando dirección bajista de corto plazo.
El yen también pierde posiciones, aunque su caso es bien distinto al de las monedas europeas, más pendientes del humor del dólar. El yen puede rápidamente ser buscado como refugio si el default se produce, en cuyo caso el gobierno de Japón, a quien por ahora las cosas le han salido bastante bien con su política devaluatoria, deberá revisar la misma rápidamente.
En este contexto, el índice ZEW alemán pasó casi desapercibido, aunque no será así con el Libro Beige de la Fed, que se conocerá a las 2:00 pm. Este compendio de opiniones de gobernadores de las distintas Reservas Federales regionales probablemente den pistas sobre lo que hará el FOMC en su reunión de las próximas semanas, aunque visto el panorama actual, no hay por que pensar en un recorte de dinero a la economía.
El dólar se presenta, en definitiva, con dirección alcista en estas horas. Pero... todo puede cambiar de un segundo a otro.