El rendimiento de los bonos de EE.UU. a 10 años subió a 2,43%, el nivel más alto desde marzo. Una serie de factores que proporcionaron un panorama confuso para EE.UU. han convergido para respaldar la demanda de activos estadounidenses. Los datos económicos como el ISM y los bienes duraderos han sorprendido significativamente al alza. Si bien existe una divergencia entre los datos reales y los de las encuestas, permanece la pregunta de si el sector corporativo estadounidense sigue produciendo ingresos efectivos.
En la actual temporada de resultados, el 70% de las empresas del S&P 500 han reportado ganancias superiores a las expectativas. En política, la reforma fiscal parece estar en su mayoría en curso (la grieta sobre la financiación de la reforma fiscal sobre la base de la derogación de la deducción SALT es el tema del momento) y en una entrevista a Fox News, el presidente Trump dijo que estaba considerando volver a nombrar a Janet Yellen como presidente de la Fed.
Por último, en la misma entrevista sobre el TLCAN, a pesar de la amenaza inicial de “terminar el acuerdo”, hay una sensación general de que el comentario fue una táctica de negociación. El contagio al CAD y el MXN fue limitado. Incluso una pequeña corrección en el mercado de Asia no pudo hacer mella en la fortaleza del USD frente al JPY y las monedas de los mercados emergentes.
Sin embargo, una Fed más moderada y el fracaso para que se discuta la reforma fiscal podrían perjudicar la tendencia alcista del USD. Seguimos siendo cautos con respecto a tomar demasiadas posiciones largas en USD a la espera de la crítica reunión del BCE que se celebrará hoy.