Esta mañana, mientras hablaba con un cliente y observábamos el subidón que se estaba pegando la bolsa, me ha venido a la mente esa canción que dice... había una vez, un barquito chiquitito... y me lo imaginaba en medio de ese temporal del que hablaba hace unos días. Ese barquito que sufre el violento oleaje, al igual el inversor los vaivenes de las bolsas, provocados por una volatilidad típica de momentos como el actual de tormenta financiera. Podría hacer una lista de los motivos de esta situación, pero creo que la tenemos tan memorizada que sería redundante y mi idea es transmitiros de forma breve unas pocas ideas importantes a tener en cuenta. Por cierto, la sesión de hoy, en resumen, verde intenso en las principales plazas europeas, lo cual viene siendo normal tras un comienzo de semana tan virulento.
El IBEX, por su parte, después de una jornada movidita en la que ha llegado a estar subiendo hasta un 4%, ha cerrado en los 8.143 subiendo "sólo" un 2,73%. Hemos recuperado los 8.000 y hasta aquí puedo leer. Mero rebote, que por el momento no confirma nada, aunque sí nos permite coger una ola para alejarnos de los niveles de 7.702 y 7.508, este último mínimo del 2012 y nivel que tenemos en el punto de mira y hacia el que nos lleva el viento. Por lo tanto, aún no podemos decir que el barquito ha enderezado su rumbo. Estamos dentro de una tendencia bajista en bolsas, confirmada en las últimas jornadas y, por el momento, salvo nueva orden, esto es lo que vamos a tener. Los rebotes técnicos van a estar ahí y aquel que sepa surfearlos, podrá utilizarlos para ganar unos euritos o aminorar la pérdidas anuales, pero con prudencia. La bolsa, como el mar, es muy traicionero.