En los últimos años, IBM (NYSE:IBM) ha estado reinventándose. La compañía dejó atrás su enfoque tradicional en hardware y se ha volcado hacia áreas de crecimiento como la nube híbrida, la inteligencia artificial y los servicios de consultoría tecnológica. Este cambio estratégico ha sido clave para mantener su relevancia en un sector altamente competitivo, donde gigantes como Microsoft (NASDAQ:MSFT), Amazon (NASDAQ:AMZN) y Google (NASDAQ:GOOGL) dominan el mercado de la nube. Sin embargo, IBM ha logrado diferenciarse con su enfoque en soluciones híbridas, que permiten a las empresas combinar infraestructuras públicas y privadas, algo que ha resonado bien con muchos clientes corporativos.
Desde el punto de vista técnico, la acción de IBM ha estado mostrando una tendencia alcista en los últimos cinco meses, manteniéndose por encima de estructuras clave de soporte. Actualmente, se encuentra en una posición interesante, con la posibilidad de romper máximos históricos y apuntar hacia objetivos de largo plazo en los 270 dólares. En el mediano plazo, la acción ha establecido un soporte sólido alrededor de los 220 dólares, lo que sugiere que, como mínimo, podría avanzar hacia los 237 dólares e incluso superar ese nivel.
En el corto plazo, los inversionistas están observando si el precio logra romper la resistencia clave de los 228 dólares. Si esto ocurre, la acción podría buscar sus máximos históricos, lo que representaría una ganancia del 4,40% desde ese nivel. Además, si logra superar los 237 dólares, el siguiente objetivo estaría en los 271 dólares, lo que implicaría un potencial de crecimiento del 14% desde los niveles actuales.