Mientras el petróleo sigue cayendo, y con él sus monedas vinculadas, las divisas europeas también comienzan a mostrar signos de debilidad en la sesión europea del viernes.
La expectativa de los mercados está ahora puesta en la publicación del dato de inflación minorista en Estados Unidos, que se conocerá a las 8:30 del este, y que puede ser el disparador para una escalada del dólar en todos los frentes. De todas formas, el dato, aunque favorezca al dólar en una primera instancia, parece demasiado cercano en el tiempo como para torcer la decisión de la Fed de no aumentar los tipos de interés el miércoles próximo, al cabo de la reunión de política monetaria del organismo.
Al respecto, no es difícil comprender que, pese a que la propia presidente de la Fed, Janet Yellen indicó hace poco lo contrario, será difícil que veamos un incremento de tipos a apenas dos meses de una elección presidencial cuyo desenlace está totalmente abierto. No le haría un favor al nuevo presidente encontrarse con un nuevo escenario global producido por su propio banco central apenas asuma.
Pero volviendo a la estricta actualidad, vemos un panorama que ya se vivió en agosto: monedas europeas algo débiles, yen en crecimiento, oro cerca de mínimos, y tal vez la única diferencia viene de la mano de la baja del petróleo, que técnicamente podía estar prevista, pero está haciendo estragos en varios frentes.
Qué nos espera entonces para el viernes? el euro tiene su principal soporte en 1,1195, con siguientes objetivos en 1,1170 y 1,1150; difícil que se mueva más allá. Al alza, 1,1265 y 1,1305. La libra Esterlina, con renovada tendencia bajista, tiene soportes en 1,3130 y 1,31, y resistencias en 1,32 y 1,3235. El yen, volcado al alza, tiene objetivos en 101,50, 101,20 y 101,