Antaño sinónimo de innovación, Intel (NASDAQ:INTC) se encuentra ahora sumida en una profunda crisis. Mientras competidores como Nvidia (NASDAQ:NVDA), AMD (NASDAQ:AMD) y TSMC celebran récords gracias a tendencias como la IA y la computación en la nube, Intel lucha por su existencia. Ahora, el anterior CEO, Pat Gelsinger, ha dimitido por sorpresa, señal de la gravedad de la situación.
Malas decisiones estratégicas
El declive de Intel comenzó con el abandono del mercado móvil. Ya en 2007, la empresa rechazó un posible acuerdo de chips con Apple (NASDAQ:AAPL), que competidores como Samsung (KS:005930) y más tarde fabricantes basados en ARM (LON:ARM) utilizaron para desbancar a Intel. La cooperación con Apple terminó finalmente en 2020, cuando Apple se pasó a sus propios chips. Con éxito, como sabemos hoy.
También hubo contratiempos técnicos: Mientras que TSMC y Samsung introdujeron tecnologías modernas como la litografía ultravioleta extrema (EUV), Intel se aferró a procesos anticuados. El resultado: los chips más pequeños y eficientes de la competencia desplazaron a los productos de Intel. Nvidia y AMD también dominan hoy la floreciente industria de la IA, un mercado que Intel se perdió.
Contratiempos técnicos y operativos
Problemas de seguridad como la vulnerabilidad «Downfall» en agosto de 2023 dañaron aún más la reputación de Intel. Un parche necesario costó a los usuarios hasta un 50 % de rendimiento del sistema. Al mismo tiempo, iniciativas como la entrada de Intel en el mercado de las GPU con las GPU ARC (2022) no tuvieron éxito: según los analistas, la cuota de mercado cayó hasta casi el cero por ciento.
Incluso el plan de Gelsinger de posicionar a Intel como fabricante de chips para clientes externos ha fracasado hasta ahora. Los acuerdos cancelados, por ejemplo con Sony (TYO:6758), impidieron obtener unos ingresos que se necesitaban con urgencia.
El apoyo del gobierno como tabla de salvación
No obstante, Intel cuenta con el respaldo del gobierno estadounidense, que considera a la empresa estratégicamente importante. Recientemente, Intel ha conseguido casi 8.000 millones de dólares de financiación gubernamental en el marco del programa de incentivos CHIPS.
Nuevo liderazgo, futuro incierto
El doble liderazgo del Director Financiero David Zinsner y Michelle Johnston Holthaus se enfrenta a grandes retos: Un plan de reorganización podría costar el 15% de la plantilla, y se van a cerrar plantas en Polonia y Alemania. Los acuerdos con Amazon (NASDAQ:AMZN) y Microsoft (NASDAQ:MSFT) y el lanzamiento de un nuevo proceso de producción (18A) ofrecen los primeros rayos de esperanza, pero no antes de 2027. Sin embargo, la brecha entre la empresa y sus competidores sigue siendo enorme. En el pasado, «Intel Inside» era sinónimo de innovación; hoy, la empresa lucha por seguir siendo relevante.
El mercado se está reorganizando por completo. Al igual que los fabricantes de automóviles alemanes subestimaron la creciente competencia de China, Intel se adelantó al boom de la inteligencia artificial e infravaloró a Nvidia. Las acciones de Intel están en caída libre. Si el cambio de rumbo no se produce pronto, Intel podría convertirse en un penny stock. En nuestro sitio web puedes informarte de lo que es importante ahora. Aproveche la oportunidad y pruébenos gratis durante 14 días.
Invertir en valores como ASML (AS:ASML), Samsung, Apple, AMD y TSMC de forma generalizada también podría resultar contraproducente. El mercado es mucho más complejo. AMD tiene grandes posibilidades de seguir recuperando terreno, mientras que las acciones de Samsung están en caída libre, aunque la empresa está bien posicionada en el mercado y puede asegurarse una mayor cuota de mercado mediante la fabricación de chips por contrato. En el caso de ASML, también estamos esperando una ruptura que aún no se ha materializado.
Las acciones siguen su propia lógica compleja, que hay que comprender para tener éxito en el mercado a largo plazo.
Descargo de responsabilidad/advertencia de riesgo:
Los artículos aquí ofrecidos son meramente informativos y no constituyen recomendaciones de compra o venta. No deben entenderse ni explícita ni implícitamente como garantía de una evolución concreta de los precios de los instrumentos financieros mencionados ni como una llamada a la acción. La adquisición de valores conlleva riesgos que pueden conducir a la pérdida total del capital invertido. La información no sustituye el asesoramiento experto en inversiones adaptado a las necesidades individuales. No se asume ni expresa ni implícitamente responsabilidad ni garantía alguna por la actualidad, corrección, idoneidad e integridad de la información facilitada ni por pérdidas financieras. No se trata expresamente de análisis financieros, sino de textos periodísticos. Los lectores que tomen decisiones de inversión o realicen transacciones basándose en la información aquí facilitada lo hacen bajo su propia responsabilidad. Los autores pueden poseer valores de las empresas/valores/acciones comentadas en el momento de la publicación, por lo que puede existir un conflicto de intereses.