Nos encontramos en una situación peligrosamente anómala. Existe en el mercado un sentimiento alcista permanente pese a los datos macroeconómicos que indican una posible próxima recesión (o como mínimo desaceleración).
Mientras tanto, los principales índices americanos (NASDAQ o S&P 500) como los europeos (DAX o IBEX 35 descontando dividendos) se encuentran en máximos históricos.
Aspectos tan relevantes como el coronavirus han pasado por los mercados con ligeros recortes que apenas han supuesto un 3%.
Expertos en los mercados analizan la situación y todos coinciden en que la situación está próxima a su reversión, pero resulta tremendamente difícil identificar cuando. Pasan los días y mientras se esperan las anunciadas correcciones, los índices siguen alcanzando máximos históricos día tras día. ¿Hasta cuándo pueden durar estas subidas?
Si bien es difícil de prever, debemos tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar, tenemos que pensar que estamos en año electoral en EE.UU. (3 de noviembre de 2020). Hay que tener en cuenta que un sentimiento alcista y de bonanza en los mercados favorece sin duda a la reelección del actual presidente, Donald Trump. La Reserva Federal por su parte, no deja de crear estímulos ante cualquier adversidad macroeconómica que pueda aparecer en el horizonte con el fin de ofrecer mayor liquidez y por tanto fomentar el crecimiento económico.
¿Entendemos con esto que los índices americanos van a seguir creciendo hasta noviembre? Pues posiblemente sí. En los últimos meses hemos tenido eventos más que suficientes para que el mercado se diera la vuelta, o como mínimo se generara un retroceso importante. Desde la guerra comercial con China, los ataques a Irak o el propio coronavirus son aspectos que hubieran provocado caídas en los mercados de gran magnitud en otras épocas. En la actualidad, han pasado por el mercado como simples y mínimos recortes que incluso se podrían considerar como "normales" en el día a día de los mercados.
Por otro lado, la situación de tipos a nivel mundial tampoco favorece a una desinversión en renta variable. Bajo el escenario de tipos negativos en el que nos encontramos, los inversores prefieren invertir su dinero en renta variable (dada la situación, algunos incluso lo consideran una inversión sin riesgo), a contratar otros productos como depósitos o renta fija.
A nivel local, en España recientemente hemos podido observar cómo se han adelantado las elecciones del País Vasco al 5 de abril. Días después, también las gallegas. ¿Existe alguna relación entre la situación económica y la fecha de las elecciones? Como hemos comentado antes, un buen entorno económico suele favorecer la reelección del Gobierno. ¿Se prevén ajustes en los mercados en España a partir del mes de abril? Da que pensar...
Independientemente a todo esto, ya seamos analistas técnicos o fundamentales, los que estamos en el mercado sabemos que las subidas no pueden ser infinitas, que llevamos varios meses de importantes subidas y que en un momento u otro debe invertirse la tendencia.
No obstante, se dice que para que haya un cambio de tendencia se necesita un mínimo del 20% de caída. ¿Puede darse en este 2020? Yo creo que no.