¿Por qué tengo que pagar con mis impuestos al equipo de 12 vigilantes de la playa que mi municipio contrata cada año para la temporada estival si a mí no me gusta la playa y ni siquiera la utilizo?
La respuesta fácil es que es un servicio de seguridad y salvamento para los accidentes que se producen en la playa de mi localidad. Pero…
¿Qué pasaría, si, por ejemplo, el 100% de las personas que van la playa de mi localidad, hacen caso omiso de las banderas amarillas y rojas que indican el mal estado de la mar, actuando de forma irresponsable y se ponen a bucear y nadar en una situación de peligro real? ¿Qué pasaría si el 100% de padres y madres dejan a sus “peques” sin la supervisión y vigilancia que se supone que debe tener un niño/a que no sabe nadar? ¿Deberíamos incrementar el equipo de salvamento de 12 vigilantes a 64 vigilantes por el incremento de accidentes y ahogamientos? ¿Deberíamos prohibir el baño y cerrar la playa?
De igual forma,
¿Qué pasaría, si, por ejemplo, el 100% de las personas que van a la playa de mi localidad, no se saltan la normativa de las banderas? ¿Qué pasaría si el 100% de las personas que van a la playa, toman precauciones antes de meterse en el agua? ¿Qué pasaría si el 100% de las personas no sobrestimaran su capacidad de nado y buceo, y utilizaran flotadores? ¿Deberíamos disminuir el equipo de salvamento de 12 a 2 vigilantes por el decrecimiento de accidentes y ahogamientos que se producirían como consecuencia de una mayor responsabilidad?
Todo lo anterior viene por una discusión que tuve la semana pasada en referencia a la intervención del gobierno de España sobre el tema de las hipotecas a tipo variable.
Hace 10 años tú tenías dos posibilidades. Contratar una hipoteca ( a 30 años, por ejemplo ) a tipo fijo y otra posibilidad era firmarla a tipo variable. Escogiste libremente a tipo variable. Has estado 10 años aprovechando una coyuntura que te era favorable. Ahora, en 2022 no reclames la ayuda del estado cuando te ves perjudicado. Asume que tu decisión tenía ventajas e inconvenientes. Ventajas que has disfrutado estos 10 años e inconvenientes que vas a tener que lidiar los próximos 10 años y que, sin tener una bola de cristal, pueda que puedas volver a disfrutar de aquí a 20 años. No solo eso, sino que se crea un agravio comparativo por aquellas personas que apostaron por una a tipo fijo, que han sufrido un sobrecoste estos últimos 10 años y que ahora se ven beneficiados.
Si cada vez que no nos responsabilizamos de nuestros actos “invocamos” al Papa Estado para que lo solucione, un granito de nuestra libertad y nuestra independencia se pierde por el desagüe.
Se imaginan la siguiente situación, pero aplicado a las inversiones:
Un inversor, hace 10 años, se crea una cartera de acciones con intención de mantenerlas en el tiempo, [ no lo hace de forma especulativa] para que cuando llegue su jubilación tenga un colchón de seguridad vía dividendos por si el Estado, no le pueda garantizar el pago de la pensión. En definitiva, toma la decisión de crearse su “propio plan de pensiones” en vez de dejarse asesorar por el “banquero de confianza” de su entidad de siempre. Así que invierte en Enagas (BME:ENAG), Endesa (BME:ELE), Banco Santander (BME:SAN), Telefonica (BME:TEF), Golden Ocean Group, Icahn Enterprises y Unilever (LON:ULVR).
Imaginen que después de 10 años, la situación laboral y económica de ese inversor es muy distinta y se ve obligado a vender parte de esa inversión. Pero, por mala suerte, ahora casi todos los activos en los que invirtió están por debajo del precio de compra de hace 10 años, con lo cual vendería con minusvalía. ¿sería lógico pedir ayuda a Papa Estado para que me ayudara a compensar esas minusvalías?
Más allá del ejemplo de los socorristas de la playa, más allá del tema de hipoteca a plazo fijo o variable, quiero y debo transmitir dos cosas:
Una, que cuanto menos responsable eres, mayor capacidad le das al papa estado para que te dirija cómo quieran.
Dos, estoy plenamente convencidos, que el gasto de un Estado con individuos plenamente responsable es muchísimo menor que el gasto de un Estado cuyos individuos actúan sin responsabilizarse de sus actos.
Buena salud y buenas inversiones.