Wall Street comienza la última semana de febrero, un mes lleno de resultados empresariales, con la atención puesta en el testimonio de la presidenta de Fed, Janet Yellen, ante la Comisión de Banca del Senado de EE.UU. y la comisión financiera de la Cámara de Representantes los días 24 y 25 de febrero.
Aún con las dudas sobre cuándo decidirá la Reserva Federal (Fed) aumentar los tipos de interés, la rebaja de la tensión entre Grecia y la Troika ante el programa de rescate, las reducciones de gastos de capital fuera del sector energético, el viento en contra de un dólar más fuerte para las multinacionales de EE.UU. y el escaso incremento de los salarios, garantiza que los mercados financieros pondrán bastante atención a las razones que ofrezca Yellen sobre la evolución económica y posibles obstáculos a superar, entre ellos, la inflación.
En este contexto, tras el agudo descenso de los precios al productor en enero (-0,8%) debido al derrumbe de los costes de la energía, los expertos esperan una desaceleración parecida en los precios al consumidor, que en caso de confirmarse, ratificará presiones inflacionarias muy limitadas en el corto plazo.
Otra clave que debemos tener en cuenta en lo que respecta a la agenda macroeconómica será la revisión del Producto Interno Bruto (PIB) del cuarto trimestre, con una posible lectura del 2,1%, frente al 2,6% anterior.
En el sector inmobiliario se conocerán las ventas de nuevas viviendas del mes de enero, con un incremento anticipado de 0,6% a 484.000 casas, y las ventas de casas existentes, que descenderán un 2,7% hasta los 4,9 millones de unidades, según el consenso del mercado.
Las ventas pendientes de viviendas del mes de enero así como los precios de las casas de S&P Case-Shiller pondrán el punto y final al repaso al mercado de bienes inmuebles.
Dos informes relevantes que tendrán que seguir de cerca los inversores son el perteneciente al sector consumo con los índices de confianza del consumidor, elaborado por el Conference Board, cuya lectura se situaría en 100,8 puntos en febrero.
El otro informe es el perteneciente a la Universidad de Michigan, que cayó hasta 93,6 puntos en enero a pesar de la creación de empleo que se esperaba y el abaratamiento de la gasolina desataran una ola de optimismo y de gastos entre los estadounidenses.
Este sondeo también mostró una caída significativa en las intenciones de compra de bienes duraderos manufacturados para durar al menos tres años como los automóviles y los electrodomésticos.
De forma paralela, en el sector manufacturero habrá que estar atentos a los pedidos de bienes duraderos a las fábricas de EE.UU., para los que se espera un repunte del 1,7% para el segundo mes del año, después de haber descendido un 3,3% en enero, es decir, su cuarta caída en cinco meses ante las fuertes oscilaciones de la demanda en el segmento aeronáutico.
Por último, el Índice de Gestores de Compra de Chicago, importante antesala del ISM manufacturero, con una lectura cercana a los 60 puntos se encargará de poner punto y final al repaso macroeconómico.