El último jueves, el Banco Central de Japón comunicó su nueva estrategia: duplicar su base monetaria inyectando 1.4 billones de dólares en la economía en menos de dos años.
Una apuesta radical. Incomparables con cualquier estímulo anterior.
El nuevo líder del Banco Central japonés, Haruhiko Kuroda, se comprometió a comprar distintos activos para llevar la base a 270 billones de yenes o $ 2,9 billón de dólares para finales de 2014.
Un shock monetario que busca sacar a Japón de dos décadas de estancamiento económico.
La política monetaria es vista como un camino hacia el crecimiento de Japón. Kuroda apunta al 2% de inflación anual.
¿Cuáles fueron las reacciones?
El Nikkei, índice accionario Japonés subió un 2,2%.
El yen cayó más de un 3% contra el dólar y el 4% contra el euro.
Los bonos a 10 años tocaron su rendimiento mínimo histórico.
Economistas chinos alertan del riesgo de una guerra de divisas con los países exportadores de la región.
Claramente Kuroda demostró determinación en su objetivo. Veremos las consecuencias de este nueva tendencia de los bancos centrales que desafían las leyes de la economía y entran en un futuro incierto.