Estamos viendo escaladas muy atrevidas en los índices norteamericanos esta última semana. A pesar de la climatología económica estadounidense, las medidas de prevención y los nubarrones que se ven en el horizonte aproximándose a nuestra situación, no es suficiente para alarmar a aquellos que están atreviéndose a coronar la cima, a pesar de los peligros que acechan antes descritos.
No es cuestión de asegurar bien los arneses, de llevar el material adecuado, los víveres suficientes o de ir acompañado.
Estamos hablando de riesgo de aludes.
No se puede asegurar a que altura de la escalada pueden ocurrir y la magnitud de las mismas, pero las condiciones, las experiencia, los indicadores y el sentimiento generalizado apunta que ahora más que nunca hay que corregir la marcha y desviarse lo suficiente para no quedarnos atrapados o, lo que es peor aún, perder la "vida" en el intento por querer coronar la cima norteamericana bursátil jamás vista antes.