Se puede definr la bancarización como: el establecimiento de relaciones estables y amplias entre las instituciones financieras y sus usuarios respecto a un conjunto de servicios financieros disponibles.
La medición de la bancarización constituye un fenómeno complejo y debe considerarse desde diferentes puntos de vista al ser un fenómeno multidimensional. Las dimensiones utilizadas con mayor frecuencia para su medición son:
- profundidad, cuya forma común de hacerlo es considerando la proporción que guarda el crédito al PIB, a la cual también se le puede referir como la penetración del crédito en la economía de un país
- inclusión, que puede registrarse en términos de segmentos de la población que son atendidos por la banca y por su alcance geográfico, que también puede ser interpretado como cobertura de servicios
- intensidad de uso de los diferentes instrumentos o productos bancarios.
En este Observatorio Económico sobre temas de banca se aborda la medición de la bancarización en México desde la perspectiva de su profundidad con base en la razón del crédito a PIB de los últimos años. Cabe mencionar que desde 1995 esa razón se redujo como consecuencia de la crisis económica y bancaria que se presentó en ese año. Por ello, también se considera la importancia de determinados rubros del crédito y financiamiento no bancario sin incluir al financiamiento de proveedores. Lo que se propone al incorporar determinados rubros del financiamiento no bancario es contar con una definición más amplia de la penetración del crédito en el país, la cual considera fuentes de financiamiento no bancarias que se han institucionalizado y que representan en forma integral las fuentes de financiamiento existentes, y que además permita realizar comparaciones más homogéneas con otros países. Esta definición refleja de mejor manera el crédito y financiamiento utilizado en el país, razón por la cual es más apropiado utilizar al momento de comparar la penetración del crédito en México con otras economías. Este último punto es importante porque algunas de las fuentes de financiamiento no bancarias en el país además de ser importantes, ya se encuentran totalmente institucionalizadas. Este es el caso del crédito a la vivienda a través de los institutos públicos de vivienda como el Infonavit y el Fovissste, el del financiamiento a empresas que proviene de bancos del exterior y el financiamiento que proviene de los mercados financieros locales.
Evolución del Crédito y Financiamiento al Sector Privado
Las estadísticas de Banco de México (Banxico) del crédito y financiamiento total otorgado al sector privado que se publican trimestralmente indican que éste tiene dos componentes: bancario y no bancario. Esos datos señalan que después de 1994 el crédito y financiamiento total al sector privado como proporción del PIB se redujo, y fue a partir de 2006 que esta proporción volvió a aumentar. Por su parte, el crédito bancario al sector privado fue el que perdió la mayor participación dentro del PIB en esos años y desde 2006 ésta ha sido el que en mayor medida se ha recuperado (Cuadro 1).
Observatorio Económico
Son varias las razones que explican la menor penetración del crédito bancario al sector privado hasta 2006. Algunas de las principales causas que dan cuenta de esta evolución son las siguientes:
- Deterioro del entorno macroeconómico de 1995: En ese año el PIB se contrajo 6.2%; la inflación volvió a ser de dos dígitos (7.1% en diciembre de 1994 y aumentó a 52% al final de 1995); las tasas de interés de referencia se incrementaron rápidamente (en diciembre de 1994 la tasa de Cetes a 28 días fue 18.5%; en abril de 1995 ya era de 74.8%); además, de diciembre de 1994 a diciembre de 1995 el salario real promedio de los trabajadores afiliados al IMSS se redujo 22% y el número total de trabajadores afiliados al IMSS disminuyó 6.5%.
- Efecto duradero de la crisis de 1995 y sus efectos en la capacidad de pago: La crisis de 1995 afectó por varios años a la actividad bancaria y crediticia, pues la inflación volvió a ser de un dígito hasta abril de 2000 y la tasa de Cetes a 28 días también fue de un dígito hasta junio de 2001. Este efecto adverso duradero en la inflación y las tasas de interés no fue propicio para la actividad crediticia, pues afectó la capacidad de pago de las familias y de las empresas y además inhibió el otorgamiento de nuevo crédito.
- Carencia de un marco regulatorio robusto para la actividad bancaria hasta 1995: La crisis bancaria de 1995 rápidamente aumentó los índices de morosidad, descapitalizó a diversas instituciones bancarias y reflejó que existía un marco regulatorio deficiente para la actividad bancaria y crediticia (en los siguientes párrafos se hace referencia a la manera en que se robusteció a la banca y a su marco regulatorio).
- Surgimiento y expansión del financiamiento no bancario: En cierta medida la crisis bancaria de 1995 propició que ciertos intermediarios financieros no bancarios cobraran importancia (Sofoles hipotecarias y automotrices), al mismo tiempo en que las entidades oficiales de vivienda aumentaron su actividad crediticia (Infonavit y Fovissste) y surgieron nuevos instrumentos de financiamiento que compiten con el crédito bancario, como es el caso de la creación de un mercado de deuda privada (los certificados bursátiles son uno de los nuevos instrumentos de financiamiento) o hacen que su saldo se transforme en otro instrumento más líquido (bursatilizaciones de créditos bancarios a la vivienda). Estos factores también repercutieron en la penetración del crédito bancario.
Para propiciar, por un lado, la capitalización de las instituciones bancarias y, por el otro, impulsar la reactivación y expansión del crédito en general y del bancario en particular, se modificaron y mejoraron diversos aspectos del marco legal y regulatorio de la banca. Entre las medidas que inicialmente se tomaron destacan las siguientes: la mejora al marco contable de la actividad bancaria para adecuarlo a estándares internacionales; el establecimiento de reglas más estrictas de capitalización y de la calificación de cartera de crédito de los bancos; la creación de las sociedades de información crediticia (burós de crédito). En una etapa posterior se permitió la apertura total a la inversión extranjera en el sector bancario, se acotó el seguro de depósitos, se establecieron mecanismos de alertas tempranas del índice de capitalización de la banca; se introdujo el uso de herramientas para medir el riesgo crediticio de los clientes y se protegieran de mejor manera los derechos de los acreedores (Miscelánea de Garantías y Ley de Concursos Mercantiles).
Gracias a las mejoras referidas del marco regulatorio de la actividad bancaria y crediticia, al igual que a la recuperación de la actividad económica y a la estabilidad de precios, el crédito bancario volvió a crecer e incrementar su importancia relativa dentro de la economía. Otro aspecto relevante que ha acompañado la reactivación del crédito bancario es la fortaleza financiera de las instituciones y el importante proceso de capitalización que la banca ha realizado. Esto último se puede observar tanto por el aumento de su capital contable, por el incremento de su índice de capitalización (ICAP) o por el capital que reúne ciertas características y se utiliza en el cómputo del índice de capitalización de la banca. Por ejemplo, en diciembre de 2000 el ICAP del sistema bancario fue 13.8% y en junio de 2012 se incrementó a 15.95%. Este índice es superior al mínimo requerido de 10% y le permitirá al país ser de los primeros en adoptar los lineamientos y la regulación de Basilea III.
Por otra parte, la actual dinámica del mercado financiero del país hace que las principales fuentes de crédito y financiamiento de las familias y empresas ahora sean:
- el crédito bancario
- el otorgado por los institutos públicos de vivienda
- el crédito que las empresas obtienen de bancos extranjeros residentes en el exterior
- el crédito concedido por los intermediarios financieros no bancarios del país (Sofoles y Sofomes reguladas y no reguladas)
- bursatilizaciones de créditos hipotecarios
- deuda emitida por empresas privadas en los mercados financieros internacionales y del país.
De esta forma se tiene que, por ejemplo, en 2011 la proporción del crédito bancario con respecto al PIB fue 15.2%, en tanto que el financiamiento de los componentes no bancarios ascendió a 19.1%. La suma de sus dos componentes hacen que la razón del crédito y financiamiento total del crédito al sector privado de 2011 se ubique en 34.3% del PIB.
Importancia e implicaciones del crédito y financiamiento al sector público
Otro rubro importante de crédito y financiamiento que las instituciones bancarias y los mercados financieros nacionales e internacionales otorgan es el que se destina al sector público (gobierno federal, estados y municipios y entidades del sector público). Cuanto mayor sea la proporción de recursos que se destinan al sector público con respecto al PIB ese financiamiento adquiere importancia por sí mismo (Cuadro 6). Esto se debe a que los pasivos del sector público tienen implicaciones en términos de gasto público y del servicio que esta deuda implica, y además en ciertas circunstancias pueden inhibir la expansión del crédito y financiamiento al sector privado. Esto puede suceder en la medida en que ambos sectores institucionales compitan por los mismos fondos de ahorro.
La deuda del sector público adquiere mayor importancia particularmente cuando su razón con respecto al PIB es creciente. Esto puede tener como consecuencia que el endeudamiento del sector público desplace o limite en mayor media al crédito o financiamiento que se canaliza al sector privado.
En el caso de México la inclusión de la deuda del sector público indica que la razón del endeudamiento total (deuda de los sectores público y privado) del país es alta y en 2011 ésta fue 80.2%. Es decir, a la razón de 34.3% de crédito y financiamiento al sector privado de ese año hay que agregar el 45.9% que correspondió a la del sector público, además de que la mayor parte de ésta se ha colocado en el mercado financiero del país.
Comparación de la penetración del crédito y financiamiento con otros países latinoamericanos
Para ilustrar la importancia que adquiere la inclusión del crédito y financiamiento que se le otorga al sector público, se realizó un ejercicio de comparación de la penetración del crédito y financiamiento de México con otros países latinoamericanos para 2011 (Cuadro 2). De esta forma, en el ejercicio se consideró el crédito y el financiamiento que recibió tanto el sector privado como el sector público en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela.2
Si sólo se considera la penetración del crédito y financiamiento que se ha otorgado al sector privado se tiene que el caso de México es por mucho menor al de Chile y en menor grado al de Brasil, Colombia y Perú. Es decir, México, dado este indicador, en principio tiene un importante espacio de recorrido para los próximos años en términos del aumento de su penetración del crédito y financiamiento al sector privado. Lo anterior será posible siempre y cuando exista un entorno macroeconómico de crecimiento sostenido del PIB y de estabilidad de precios. A lo anterior hay que agregar que la expansión del crédito tiene que realizarse de manera prudente y manteniendo acotado su riesgo para que ésta sea duradera.
Por otra parte, si se hace referencia a la penetración del crédito total (sector público más sector privado), entonces hay un cambio en la situación de México. Ahora esa razón más que se duplica, pues esa proporción se incrementa de manera sustancial al pasar de 34.3% en el caso de sólo considerar el crédito y financiamiento al sector privado a 80.2% ahora que se hace referencia a la penetración del crédito y financiamiento total, el cual incluye al otorgado al sector público. Cabe mencionar que en este último caso se tiene que se acorta de manera importante la brecha que México presenta en este indicador con otros países, como es el caso con Chile, y supera en penetración a Argentina, Perú y Venezuela. Dado un monto estable de ahorro, existe la posibilidad de que los requerimientos de financiamiento del sector público limiten el crecimiento del financiamiento al sector privado.
Valoración
La actual penetración del crédito bancario al sector privado se explica por los factores macroeconómicos e institucionales que prevalecieron después de la crisis bancaria de 1995. En la medida en que el entorno macroeconómico del país mejoró y se pudo constituir un mejor marco legal para la actividad crediticia, ésta respondió positivamente y su proporción con respecto al PIB ha aumentado. Además, la penetración del crédito bancario en el país continuará aumentando debido a que sus pilares son sólidos, es decir, la situación financiera de la banca es sólida; su índice de capitalización o ICAP es alto; existen una supervisión eficiente y un marco regulatorio adecuado. Estos factores están apoyados por un entorno favorable de crecimiento económico y de estabilidad de precios, lo cual permite que el crédito bancario fluya con riesgos acotados.
Por otro lado, el análisis del tema de la penetración bancaria debe de tener en cuenta de que en México, al igual que en otros países latinoamericanos, existen importantes fuentes de financiamiento no bancarias que se han institucionalizado, y además eventualmente compiten con o complementan al crédito bancario. Con base en esta consideración se tiene que la penetración del crédito y financiamiento en el país es sustancialmente mayor si se consideran los préstamos de origen no bancario que el sector privado ha recibido de los institutos públicos de vivienda y de las emisiones de deuda de las empresas sin incluir al financiamiento de proveedores. De igual forma, la penetración del crédito en la economía aumenta su importancia absoluta y relativa si además del crédito y financiamiento que se otorga al sector privado también se incluye el que se canaliza al sector público. En este caso la penetración del crédito es mucho mayor.
A los puntos del párrafo anterior hay que agregar que en México existen numerosos intermediarios financieros no bancarios que no están regulados y que no están obligados a proporcionar información sobre el monto del crédito que han otorgado, como es el caso de las Sofomes no reguladas.3 En la medida en que esta situación se corrija en el futuro se tendrán más elementos para determinar con mayor precisión la penetración del crédito y financiamiento en el país.
En la medida en que se considera la penetración total del crédito y del financiamiento de México y a ésta se le compara con el mismo indicador de otros países latinoamericanos, se tiene entonces que la diferencia o la brecha de México con esas economías se reduce. En este sentido, en tanto prevalezca un entorno de crecimiento económico y de estabilidad de precios, además de que estos factores estén apoyados en la expansión prudente del crédito al sector privado basada en la correcta medición de su riesgo, se tendrá que seguirá aumentando la importancia relativa y absoluta del crédito en la actividad económica del país.