Como ya ocurriera, el juego de unos pocos se ha convertido en el de todos. Y llegado a este punto avivado por el innumerable número de plataformas que ofrecen la negociación de esta criptomoneda, se ha ido de las manos. Sin control, respaldo y arbitraje, la especulación por sí misma campa a sus anchas por el globo financiero reflejado en pantallas como los futuros del bulbo plasmado en papel.
Es un esquema Ponzi distribuido de forma global sin precedentes donde la 'marketinización' del producto está haciendo el agosto con todo ello. Ganan vendiendo palas y pantalones por buscar oro en el viejo oeste, hoy llamados spreads y swaps.
Los posados son brokers sin licencia que se encargan de aumentar las expectativas del fenómeno. Y todo irá mucho más alto sin duda alguna hasta que todo se derrumbe, hasta que colapse.
Olas de compras institucionales avivan el fuego como refugio momentáneo rompiendo esquemas técnicos, analíticos y estadísticos.
No van a parar hasta que el limpiabotas tenga criptomonedas en su smartphone cotizando. Hay bulbos de diferente clases y colores y el Bitcoin es la "Semper Augustus" del momento, del S.XXI.
La más preciada, la más cotizada. La que todos quieren tener y nadie sabe cuantos hay. Es un número limitado por defecto. Un pastel finito que todos esperan que florezca en primavera cuando salga el sol y que cambia de manos a velocidad de vértigo hasta que llegue la caída pensando que es una corrección más. Y cuando ocurra, todos tendrán bulbos como Bitcoins que nadie querrá comprar porque cero es su valor de mercado. Siempre lo fue realmente, sólo una flor de temporada que marchita.
Bitcoin se ha incrementado un 10.000.000% desde 2010. Su diseño en origen fue como moneda de intercambio, no como un activo especulativo. La idea era pagar persona a persona sin la necesidad de un tercero (intermediario) de forma electrónica. Una moneda electrónica al margen de las fiduciarias. Una moneda imposible de rastrear. El problema de la no regulación en este caso es que la idea original como moneda se ha convertido en especulación pura y dura, y eso ha hecho que haya perdido el atractivo como moneda para lo que originalmente fue ideada. Obviamente hay que decir que Bitcoin no ha funcionado como moneda nunca y los pocos son irrelevantes.
Si alguien compra hoy Bitcoin no lo va a gastar en comprar algo en bitcoins sino que lo acapara como valor especulativo porque espera que el precio siga subiendo. Otra de las razones es que su alta volatilidad hace que se haya convertido en especulación. Nadie va a aceptar bitcoins como moneda si mañana puede bajar un 25% su "valor". Es un activo más, el más pomposo de todos.