Las actas de la última reunión de la Fed sobre política monetaria dejaron claro que el organismo no solo no tiene voluntad de aumentar los tipos de interés en un futuro determinado, sino que, llegado el caso de necesidad por un rebrote inflacionista, tardará todo lo posible en hacerlo.
La decisión es un fiel reflejo del pensamiento de Janet Yellen, festejada por los mercados en un principio, aunque con consecuencias neutras para la economía.
Las acciones principales de Wall Street ganaron terreno a última hora, con la tranquilidad que le da a los inversores que, si bien han sido recortados los planes de estímulo y lo seguirán siendo, aún seguirán recibiendo mucho dinero, que en lugar de ir al circuito económico se ha volcado a los papeles bursátiles.
En definitiva, son decisiones que un día la Fed pagará caro, y que también obliga a entrar en acción a los restantes bloques económicos. Un dólar barato significa, como se ve en estos días, un aumento inmediato de los tipos de cambio de sus monedas rivales. Así, el euro busca nuevamente la zona de 1,40, en momentos en que el Banco Central Europeo (BCE) se ve en figurillas para sacar a la Eurozona de la crisis sin poner dinero en la economía, como lo exige su socio mayor, Alemania.
Japón, que si bien no ha implementado cambios estructurales, hizo un esfuerzo a través del Gobierno de Shinzo Abe para devaluar al yen y generar inflación luego de más de una década de nulo crecimiento, ve como su moneda vuelve a fortalecerse ante la debilidad general del dólar. De todas formas, Japón parece tener la autonomía necesaria como para lograr que el yen vuelva a la zona de 105 unidades por dólar en el corto plazo.
En tanto la libra esterlina estuvo a milésimas de quebrar su propio record de noviembre de 2009, que por ahora se mantiene en 1,6820. El anuncio de política monetaria del Banco de Inglaterra, conocido hace minutos, no ofreció cambios: la tasa de interés sigue en su mínimo histórico y la compra de bonos, intacta.
Visto de esta manera, los bancos centrales parecen entrar en una batalla para ver cual es el que más dinero emite y cual el que peor lo utiliza. La Fed gana por lejos la primera contienda y tal vez también la segunda. En tanto, Japón actúa de manera inteligente y ha logrado generar un PBI por encima de cero durante cuatro períodos consecutivos.
El BCE, con la discreción habitual de su presidente, Mario Draghi, se ve en un dilema: si bien dice estar listo para actuar si las circunstancias lo exigen, esto es emitir dinero si la crisis no se aleja, tomar esta acción le significará un problema con Alemania, que tradicionalmente se opuso a dar apoyo general al bloque, salvo en los casos que ya lo hizo, con países puntuales. Claro que esta inacción redunda en un euro que, para disgusto del sur europeo, sigue creciendo.
Este es el contexto general, en el que abunda el dinero donde no debe y escasea donde debería estar, que es en la matriz productiva de la economía, y con Janet Yellen imponiendo sus ideas le costarán en el futuro más de un dolor de cabeza.
Yendo al análisis del día, el euro se acerca a 1,39, con una tendencia alcista en el gráfico de 4 horas, aunque también en zona de sobre compra, por lo que solo la superación de 1,3875, máximo del día hasta el momento, y primera resistencia, estirará sus ganancias. En dicho caso, 1,3905, 1,3940 y 1,3965 serán los próximos objetivos alcistas. Los soportes, en tanto, se ubican en 1,3820, 1,38, 1,3780 y 1,3750.
La libra esterlina no logró superar su resistencia de 1,6820, que tocó a primera hora en la sesión asiática y retrocede en estos momentos, aún cuando el gráfico de 4 horas mantiene una tendencia alcista en su cruce con el dólar. El quiebre de 1,6720 cambiará la dirección del par en el corto plazo, con siguientes soportes en 1,6685 y 1,6650. Las resistencias, por su parte, son 1,6820, 1,6850 y 1,6890.
El yen trata de seguir ganando terreno ante el dólar, en un movimiento que, además de encontrar su motivo en las Minutas de la Fed, también lo tiene en un dia muy negativo para las acciones de la bolsa de Tokio, y un mal reporte de exportaciones de China, que disparó las compras de moneda nipona.
El cruce USD/JPY cotiza a 101,64, y la tendencia del gráfico de 4 horas es bajista, con un soporte inmediato en 101,50, línea de tendencia alcista en el gráfico diario, seguido de 101,20, 101 y 100,75, mínimo de febrero pasado. Las resistencias, en tanto, se encuentran en 101,95, 102,15 y 102,40.
El resto de las monedas, al ritmo de las líderes, con fuertes alzas del dólar canadiense y dólar australiano.
La agenda del día, con las peticiones semanales de desempleo, y con la reunión de ministros de finanzas del G20, otra cumbre en la que solo se expresa buena voluntad, con resultados exactamente en dirección contraria.