Debemos prestar mucha más atención a la deuda pública.
La deuda es el timón que guía el devenir de la economía mundial.
El motivo principal de las reducciones de tipos es poder sufragar el terrible coste de la deuda acumulada; no para incentivar el consumo o la inversión.
La deuda pública de Estados Unidos ha alcanzado un récord de 36,2 billones de dólares. Ahora representa más del 120% del PIB de EEUU, cerca del mayor % jamás registrado, y significativamente por encima de los niveles extremos de la Segunda Guerra Mundial.
En el tercer trimestre de 2024, los costes netos anualizados por intereses de la deuda pública alcanzaron un récord de 1,12 billones de dólares. O lo que es lo mismo, la descomunal cantidad de 3069 millones de dólares / día.
Se estima que los pagos netos de intereses de la deuda nacional de EEUU alcanzarán el 25% del total de los ingresos fiscales del gobierno durante la próxima década.
¿La peor parte?
1- Las proyecciones actuales suponen tasas de interés más bajas y que no habrá recesiones durante la próxima década.
2- El próximo año vencerán 3,08 billones de dólares en bonos del Tesoro de EEUU, alrededor del 12% del total. A las tasas actuales del 4.50%, refinanciar esta deuda aumentaría el gasto por intereses un insostenible 54% sobre el cupón promedio actual de 2.88%.
Una deuda exponencial irremediablemente aniquila el valor de la moneda emitida por el Banco Central. Es dinamita para el precio del oro.