El crecimiento económico y la degradación ambiental han sido sinónimos durante mucho tiempo, y lo siguen siendo en la actualidad. Las fuentes de energía que utilizan las industrias son una amenaza global, al provocar cambios climáticos que derivan en graves consecuencias para la humanidad.
El Acuerdo de París, durante la Cumbre Mundial del Clima en 2016, estableció un objetivo en el cual 200 países se comprometieron a reducir sus emisiones de carbono para bajar la temperatura del planeta. Desde aquel día, comenzó la transición que llevará al mundo a convivir con un nuevo sistema energético basado en energías limpias.
Hay varios tipos de energías limpias en desarrollo, pero hay una en particular que hoy ofrece una gran oportunidad de inversión para los inversores. Se trata del gas natural, una energía barata y mucho más limpia de lo que es el carbón o el petróleo.
Por eso, el potencial de esta industria es inmenso y va a ser una de las energías que mayor crecimiento tendrá en los próximos treinta años. Según la Agencia Internacional de Energía (EIA, por sus siglas en inglés), la producción de gas natural seco (gas natural) se incrementará hasta los 45 millones de pies cúbicos en 2050.
Esto explica el alto crecimiento de la demanda y abre una gran oportunidad para invertir en este sector. Sin embargo, hay varias maneras de invertir en gas natural.
El inversor promedio pensaría en comprar contratos de futuros o fondos atados a la cotización de esta materia prima, pero eso nos expone a la volatilidad del mercado. También podrían pensar que invertir en compañías productoras de gas sería algo inteligente. Pero aquí el problema es que, al tener costos fijos muy elevados e ingresos variables debido a la fluctuación de los precios del gas, tampoco es una opción viable.
En función de lo anterior, existe una forma de invertir en gas natural de forma más segura: adquiriendo acciones de las empresas que se especializan en el transporte y el almacenaje del gas natural.
Estas compañías tienen dos ventajas.
En primer lugar, al ser grandes monopolios, operan con licencias que otorgan los gobiernos, lo que elimina la posibilidad de tener competidores directos.
En segundo lugar, estas compañías suscriben “contratos en firme” con sus clientes. Este tipo de contratos obliga al comprador a pagar por el gas, aunque no lo utilice. Entonces, este tipo de compañías pueden tener ingresos estables más allá de la coyuntura económica y la volatilidad de las materias primas.
Dominion (MC:DOMI) Energy (NYSE:D) podría ser una excelente idea de inversión. Esta compañía estadounidense tiene sede en Richmond, Virginia y es un jugador importante en la industria de gas natural, con una valoración de mercado de más de 59.000 millones de dólares.
Como mencionamos antes, este tipo de compañías se caracterizan por tener ingresos estables y ser grandes pagadores de dividendos. Dominion factura 12.000 millones de dólares al año y obtiene beneficios de entre 1.500 y 2.000 millones de dólares al año. Además, maneja una billetera de 5.000 millones de dólares, lo que le permite distribuir dividendos en efectivo a sus accionistas por más de 2.000 millones al año.
A precios actuales, el rendimiento de esos dividendos asciende al 3,43% anual.
Teniendo en cuenta que el mundo incrementará el consumo de gas natural en los próximos años y que este tipo de compañías tienen la ventaja de ser negocios de muy bajo riesgo, invertir en una compañía como Dominion Energy podría darte muchos beneficios en el futuro.
Pagando hasta 76 dólares por acción tendrías un precio justo por una jugada tan atractiva como Dominion Energy (NYSE:D). La oportunidad está más vigente que nunca. Depende de ti poder aprovecharla.